POR PILAR PÉREZ REDONDO
Las grandes carreras pueden ser muy divertidas y no sólo para los señores. Y como funciona para muchas cosas, es necesario prepararse apropiadamente para este magno evento. No basta con marcar en tu calendario cuándo irás al Autódromo Hermanos Rodríguez. Si no has seguido la Fórmula Uno, tienes que informarte, involucrarte en el tema. Revisar quiénes son los pilotos. Qué nombres suenan como los favoritos. Cómo andan nuestros paisanos mexicanos. Todo eso aporta más herramientas y poco a poco te irás sumergiendo en un mundo que acabará por fascinarte.
Además, éste no es cualquier evento. Cientos de miles, quizá millones de personas querrían estar en las gradas del Autódromo. Los boletos fueron escasos y la demanda por ellos altísima. Así que si nos toca estar ahí, hay que valorarlo y tomarlo con seriedad (y claro, con mucha diversión).
Como cuando uno va a la ópera o a un asado con el outfit adecuado, la Fórmula Uno también tiene sus peculiaridades. Es un evento social. Sin duda alguna, verás y te verá mucha gente, así que revisa tus prioridades. Hay cosas que van mejor que otras. Un sombrero lindo –no temas si es de ala muy ancha pero acuérdate que tendrás gente detrás tuyo– es mejor que una gorra: no vas al béisbol.
Por otro lado, es mejor escoger un vestido fresco, largo o de corte medio, que unos shorts. Acuérdate que vas a ver correr bólidos, no a lavarlos con movimientos sexys. También, si escoges un pantalón, cuida que sea de colores claros, en previsión del sol candente. Y el calzado: evita los tenis, prefiere unos flats abiertos que vayan con tu atuendo o, como será en mi caso, hay que pensar en tacones altos. Depende de que tan fuerte te sientas ese día.
Las gafas de sol son obligatorias y los binoculares pueden aplicar, pero depende de dónde te coloques en las gradas. Si eres muy sensible de tus oídos, hay que ir listo. Entre más cerca de los fosos, más ruido, y te juro que es un estruendo importante. Unos discretos tapones de oídos –como los que dan en los aviones– servirán para amortiguar el rugido de los motores.
Estas son las condiciones mínimas para disfrutar, armados siempre de bebidas refrescantes y de una buena y entusiasta compañía, del Gran Premio mexicano. Buena suerte.