El Consejo Mundial del Deporte Motor de la FIA aprobó cambios a los Reglamentos Técnicos de F1 de 2022 y 2023, a fin de erradicar el fenómeno del marsopeo (porpoising) y mejorar los estándares de seguridad de las barras antivuelco de los autos.
Las oscilaciones verticales se convirtieron en un tema de preocupación desde la pretemporada, ante el regreso del Efecto Suelo entre la renovación de reglas técnicas, que se enfatizaron con las alturas de conducción bajas y un rake mínimo.
Los equipos comenzaron a encontrar soluciones conforme transcurrió el Mundial, pero el Gran Premio de Azerbaiyán fue un punto de quiebre ya que varios pilotos, como Lewis Hamilton y Pierre Gasly, advirtieron sobre los efectos a largo plazo en su integridad física. El francés tuvo que ir a un hospital local en Bakú al tiempo que Mercedes lideró la cruzada para que la FIA interviniera en el asunto.
Por ello, en junio se diseñó una métrica que monitoreó las dimensiones del porpoising, pero se acordó que su aplicación estricta hasta el Gran Premio de Bélgica para dar tiempo a las escuderías de hacer ajustes correspondientes.
Tras abordar el tema con el Comité Asesor Técnico y la Comisión de F1, la FIA ratificó que será en Spa-Francorchamps cuando se apliquen las reglas de manera y, pese a la negativa de escuadras como Red Bull, habrá cambios para redefinir los requisitos de rigidez de los tablones y patines alrededor de los orificios de medición de espesor.
Para 2023, el reglamento técnico obligará a los autos a aumentar sus bordes de suelo en 15 milímetros, a elevar la altura de la garganta del difusor y a incrementar la rigidez difusa del borde. También se ordenará un sensor adicional para monitorear el fenómeno de manera más efectiva.
Sobre las barras antivuelco, derivado del accidente de Guanyu Zhou en Silverstone, se realizó un análisis en el que se concluyó que la parte superior puntiaguda del aro se hundió en el asfalto, lo que contribuyó a la gran fuerza horizontal que hizo que el elemento se rompiera.
Además, se admitió que hay una zona gris del reglamento que permite a los equipos homologar las barras con fuerzas inferiores a las que se pretenden, por lo que las normas se modificarán para requerir una parte superior redondeada de la barra antivuelco; así, se reducirá la posibilidad de que se hunda en el suelo durante un choque.
También habrá un cambio para asegurar una altura mínima para el punto de aplicación de la prueba de homologación, se creará un ensayo nuevo de homologación física donde la carga empuja el aro en dirección hacia adelante y se definirán exámenes adicionales, con base en cálculo.
Para 2024, la intención es proceder a una revisión significativa de las pruebas de barras antivuelco para garantizar que los autos resistan cargas significativamente más severas.