Con el nuevo certamen aproximándose, los principales actores del Gran Circo elaboran las reuniones tradicionales de invierno para definir sus objetivos colectivos para este año; de hecho, este martes se reúnen con los dueños de la Fórmula 1 en Londres.
Ayer lunes, 16 de los administradores de Grandes Premios, pertenecientes a la Asociación de Promotores de Fórmula Uno (FOTA, por sus siglas en inglés), celebraron una junta para abordar asuntos generados en tiempo reciente, y del cual deriva un comunicado conjunto en el que expresan su preocupación sobre la dirección que Liberty Media ha tomado para administrar el Mundial.
Los contratos de cinco Grandes Premios, incluyendo a México, expiran en 2019, en una época en la que el grupo de Chase Carey ha negociado los derechos televisivos de tal forma que se han privatizado paulatinamente; además, la organización de competencias nuevas que podrían tener más concesiones que las que ya pertenecen al calendario, han provocado que la Asociación levantara su voz.
El comunicado afirma: «No está en el interés a largo plazo del deporte que los aficionados pierdan acceso libre al contenido y transmisiones. Hay falta de claridad en las iniciativas nuevas en F1 y una falta de compromiso con promotores en su implementación».
«Las carreras nuevas no deben ser introducidas en detrimento de los eventos existentes, aunque la Asociación está motivada por los modelos de negocio alternativos que se ofrecen a los eventos potenciales».
«Mientras entramos a una temporada nueva del deporte que hemos promovido por muchas décadas, los promotores buscan un acercamiento más colaborativo al desarrollo del campeonato y la oportunidad de ofrecer su experiencia y habilidad en un espíritu de asociación con Formula 1 y la FIA».
La Asociación nació en 2012 con el objetivo de ser un contrapeso para influir en la manera de negociar los contratos desde que Bernie Ecclestone era el mandamás de la F1; sin embargo, afrontan la visión de Liberty de implementar modelos nuevos de negocio, como se ha intentado con Miami, en el que ha planeado no imponer una cuota a sus promotores.
VER: Miami rompe las reglas de la F1 (Julio 2018)
El caso más visible de los promotores inconformes es Silverstone, que activó una cláusula para adelantar el final de su contrato en 2019, argumentando su imposibilidad de cubrir los costos altos de organizar su evento que, coincidentemente, fue el que más asistencia registró el año anterior.