El Rally Maya México continúa registrando momentos mágicos tanto para los pilotos como para la gente que fue testigo de este «museo rodante», dejando mágicos momentos en los puntos que fueron Cancún, Leona Vicario, Kantunilkín y Chiquilá, dentro de la primera etapa de competencia.
Los primeros bellos recuerdos se dieron en la exhibición de autos, donde fue un placer ver a chicos y grandes admirando los vehículos que participarían en esta octava edición; después en el arco de la salida, frente al Palacio Municipal del Ayuntamiento de Benito Juárez en la ciudad de Cancún, donde estuvieron presentes niños de Fundación Astra (institución especializada en la atención niños con autismo), quienes emocionados presenciaron el desfile y aprovecharon para tomarse fotos con los primorosos autos que componían el contingente.
También se dieron cita cientos de familias cancunenses en la avenida Cobá, y la Andres Quintana Roo, donde los pequeñines eran los mas entusiastas, con mucha alegría despedían y deseaban éxito a los pilotos en el inicio de esta travesía por la peninsula yucateca.
La fiesta se trasladó tras el término del desfile hacia el primer punto de encuentro, el poblado de Leona Vicario, donde con mucha emoción se recibieron a los autos clásicos y en donde también se hicieron entrega de sillas de ruedas, siendo un trabajo en conjunto con Fundación Oasis y Fundación Telmex.
Los que no podían ocultar sus sonrisas fueron los niños y niñas de los diferentes poblados donde fueron desfilando los autos y que aprovecharon para fotografiar y acercarse a los pilotos.
Al llegar a Kantunilkín, en el Municipio de Lázaro Cárdenas, las autoridades municipales y sus habitantes recibieron con una gran fiesta a los participantes, donde al ritmo de jarana y una rica degustación gastronómica se vivió una experiencia única tanto para los integrantes de la caravana como para los espectadores.
La labor social se hizo presente durante la fiesta: el comité organizador junto con la Fundación Alejo Peralta donaron sillas de ruedas para beneficiar al los habitantes de este poblado.
Y finalmente el museo rodante partió a su destino final de la primera etapa, hacia Chiquilá donde tras pasar el arco de meta, los vehículos se fueron a resguardo para que los locales al día siguiente pudiesen admirarlos en la exhibición y que los corredores pudiesen tomar el ferry con destino a Holbox, donde se vivió la Cena de Gala de Internacional Gastronómica y Franck Muller.
En lo deportivo, el primer sitio de la Categoría A fue para el auto numero 7 tripulado por Carlos U. y Diego G., un Ford 400 de 1931 que cerró la etapa con 364 puntos, seguido del No. 4 de Galo S. Y María A., quienes viajan en un Ford A de 1929 (1500 puntos) y el No. 3 de Jorge E. y Elizabeth G.. en un Ford A de 1929 (2380 puntos).
Para la Categoría B, el sitio de honor fue para el No. 66 de Gerardo G. y Roxana I con un Mercedes Benz Pagoda 1964 con un total de 29.40 puntos. Por último, la Categoría C tuvo como vencedor al No. 80 de Jorge Luis M. y Estela R., pareja que viaja en un Porsche 911 1974 y que totalizó 50 puntos.
Este martes, la caravana recorre 364 kilómetros con destino a Uxmal, pasando por el periférico de Tizimín, Temax y Mérida sin entrar a la ciudad.