A girl talks F1
Columna por MANENA MANAUTOU
Como es de noticias recientes, Carlos Sainz acaba de firmar una extensión de contrato hasta 2024 con su equipo actual: la escudería Ferrari. El piloto español cuenta que llegar a formar dicho equipo siempre había sido su sueño y pensar que permanecerá en el equipo dos años más es algo que vale la pena celebrar para el hijo del bicampeón mundial de rallismo, Carlos Sainz.
Habiendo comenzado su carrera de karting en 2006, logró ganar el campeonato de Mónaco Kart Junior y el Campeonato Español de KF3, dándole paso a formar parte del Red Bull Junior Team Bajo el cobijo de la escuadra de bebidas energéticas desde 2010 ascendió en las series de monoplazas hasta ingresar a la F1 en 2015 con la Scuderia Toro Rosso, equipo de la misma firma. Dejó a los italianos de Faenza para cambiar regularmente de escuadra (Renault 2017-18 y McLaren 2019-20) hasta llegar al equipo al que había ansiado pertenecer desde que comenzó su carrera como piloto: Ferrari, el más histórico e icónico de la Fórmula Uno.
A pesar de que su carrera ha ido en ascenso, habiendo terminado en 15º lugar en su primer año en F1 con Toro Rosso, hasta su última temporada acabando quinto en 2021 con Ferrari (actualmente es quinto en el campeonato tras cuatro fechas disputadas), Carlos Sainz no necesariamente era el piloto al que volteábamos a ver. Claro que era conocido, su papá es una leyenda, pero al igual que Mick Schumacher, él busca labrarse un nombre por sí mismo.
Fue en el momento en que decidió dejar McLaren para unirse a la escudería italiana, en el que comenzó a atraer las miradas ya que algunos dudábamos de su decisión, pero era una oportunidad que probablemente no volvería a presentarse jamás. No podía desaprovecharla, sobre todo tomando en cuenta que siempre había aspirado llegar a subir a un asiento en Ferrari.
El hecho de que la escudería llevará unas cuantas temporadas sin el mejor rendimiento nos hizo dudar la decisión de Sainz aún más. ¿Sería esta la mejor o la peor que había tomado para su carrera? Pero muy al estilo de Michael Schumacher, él ha hecho crecer a Ferrari yendo de la mano de todo el equipo. Al ser uno de los pilotos que más se involucran en el desarrollo de los autos, por sus resultados es claro qué equipo al que llega Carlos Sainz como volante, es un equipo que mejora notablemente.
Un poco irónico viniendo de un piloto al cual no se le prestaba mucha atención hasta que llegó al equipo rosso de leyenda en el cual ha logrado obtener la mejor posición de su carrera hasta la fecha. Su constancia que lo llevó a marcar puntos durante 17 carreras seguidas, y en 22 de las últimas 26, le aseguro la extensión de su contrato c en Maranello, ocupando el lugar que todos pensábamos que sería para Schumacher a partir del final de la temporada 2022. También ayudó que batiera a Charles Leclerc, su cotizado coequipero, en 2021 para lograr el título de “mejor del resto” entre los pilotos no pertenecientes a los dos equipos de punta, MB y RBR.
Carlos ha tenido de coequiperos a Max Verstappen, Lando Norris, y Charles Leclerc (además de Daniil Kvyat, Nico Hulkenberg) sin desmerecer jamás, siendo incluso campeón de la Clase B o “mejor del resto” -ver artículos de FASTmag- en 2019 y 2021, nada mal para un supuesto número dos. Pero no se habla tanto de él como de sus coequiperos por lo que me parece que es el más subvaluado de la parrilla.
¿Será que Carlos Sainz al fin logre su primer triunfo esta temporada? Lleva 144 intentos y como dice él: «Para poder ganar un campeonato, primero hay que obtener una victoria». Esa es su meta para 2022. Si lo logra dejará de ser un volante a la sombra de la fama paterna y podrá ser evaluado en su justa dimensión, la de futuro rey español (de las pistas).
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