El debate sobre los sistemas de suspensión precargados se ha desarrollado desde que el diseñador de Ferrari, Simone Resta, escribió al director de carreras de F1, Charlie Whiting, acerca de los dispositivos que ayudan al rendimiento aerodinámico.
La respuesta de Whiting en ese momento fue clara: cualquier sistema de suspensión que mejorara el rendimiento a través de altura de conducción y aerodinámica violaba las reglas.
Se entiende que el tema se discutió más en una reunión de directores técnicos con la FIA la semana pasada, pero no hubo consenso entre los competidores sobre lo que debería o no debería permitirse.
Se espera una directiva técnica nueva de Whiting, con su opinión sobre la situación, en la quincena próxima. Sin embargo, no está claro si ésta impondrá restricciones a los dispositivos que han desarrollado los equipos –lo que forzaría cambios importantes antes de la campaña de 2017– o indicará que los sistemas complejos están dentro de las regulaciones.