A los 28 años, Sergio ya no es uno de los “talentos jóvenes”; no obstante, este volante mexicano tiene como misión dar “todo lo mejor” e insiste en que se vienen muchas cosas buenas tanto por parte suya, como del equipo al que describe como su “familia”.

Si miras a Sergio Pérez podrás ver todo lo que actualmente está mal en la F1. Esto no es, y nos apresuramos a agregar, demeritar al tapatío; pues él es, justo como lo dice más adelante, un piloto que hace todo lo que puede con las herramientas que tiene a su alcance, pero a sus 28 años y en la cima de su carrera, éstas están un poco melladas. En una encarnación anterior de la F1 habría un asiento disponible en algún equipo ganador para un piloto de su destreza; sin embargo, hoy no lo hay.

Es el primer mexicano en la categoría máxima desde Héctor Alonso Rebaque y lleva ocho podios, pero nunca ha corrido para una escudería que haya acabado arriba del cuarto lugar entre los constructores. Su gran oportunidad vino el año que McLaren perdió el piso. Ahora, a pesar de ser uno de los pilotos más confiables en F1, Pérez no se menciona como los nombres que quitan el aliento, esos son los de la generación nueva como Leclerc, Gasly y Ocon. Aunque como dice él: “En este negocio nunca se sabe. Las cosas cambian rápidamente”.

Lo cual es bastante cierto, pues Force India corrió en Hungría mientras operaba bajo administración y en Bélgica los dueños nuevos tuvieron que empezar a competir bajo un nombre diferente y con cero puntos. Ahora el cuarto lugar largamente anhelado en el Campeonato de Constructores se ve muy lejano…

Varias veces has estado cerca de ganar. ¿En qué carrera sentiste que tuviste tu mejor oportunidad de triunfo?

Kieran Vince-Clark, GB

Sergio Pérez: Creo que en Malasia 2012… o en Montreal 2014 donde tuve el problema de frenos al final. Esa estuvo cerca. Estaba segundo justo detrás de Rosberg cuando él tuvo problemas. Esas dos han sido las más cercanas.

F1R: ¿Qué pensaste del mensaje de Peter Sauber al decirte: “Ten cuidado Checo, necesitamos esta posición”? Lo hemos debatido por años…

SP: Definitivamente esa radiocomunicación me quitó. La recibí justo antes de llegar a la curva, estaba bastante mojado y las condiciones eran algo complicadas. Siendo honesto no fue el mejor mensaje que pude haber recibido en ese momento.

¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te enteraste de que tu equipo competiría con un diseño color rosa?

Piotr Atwik, Polonia

SP: ¡Buena esa! Recibí la llamada de Otmar [Szafnauer, entonces COO de Force India] y me dijo que tenía que pintar mi casco de rosa. En ese momento me estaban dando un masaje y me sentía un poco somnoliento. Una hora después le regresé la llamada y le pregunte: “¿Era en serio?”. Ahora me parece completamente normal, nos hemos convertido en el equipo rosa. ¡Es bueno!

¿Cuál es tu circuito favorito del calendario actual y qué pista o país te gustaría que añadieran en el futuro?

Lindsay McCallum, GB

SP: Definitivamente Miami, me encantaría correr ahí. Entre los circuitos actuales… me gusta bastante Bakú. Siempre ha dado carreras buenas, es un trazado adecuado para correr y además es una gran ciudad.

F1R: Obtuviste dos de tus ocho podios ahí. ¿Por qué eres tan bueno en ese circuito?

SP: Es un trazado que ofrece oportunidades para todos. Hemos sido buenos aprovechándolas.

F1R: No tiene mucha adherencia y hay algunas curvas que favorecen a los que frenan tarde. ¿Da miedo en algunos sectores?

SP: ¡Me va bien! Sí da un poco de miedo, pero disfruto ir al límite. Si cometes un error, te estrellas con el muro.

En retrospectiva, ¿opinas que el hecho de que McLaren te haya corrido fue una bendición disfrazada?

Anna Hunt, GB

SP: Cuando ves los problemas que está teniendo en estos momentos, probablemente. Sí, fue lo mejor.

F1R: Hablar a toro pasado es maravilloso, pero los meses siguientes debieron haber sido muy difíciles para ti.

SP: Fue bastante duro. Ellos siempre dijeron que las cosas iban a cambiar. Me llevó tiempo adaptarme, pero al final del año estaba batiendo a Button. Casi en el cierre de la temporada me dijeron que hasta ahí. Era joven y habría tenido oportunidades con otros equipos grandes. Sí… no mostraron lealtad hacia mí.

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