La última carrera no puntuable de F1, la Carrera de Campeones, se celebró en Brands Hatch el 10 de abril de 1983, el mismo día que una de prototipos Grupo C en Monza, en la cual Riccardo Patrese de Brabham, corría para el equipo Lancia. Pero también ese día Michelin probaba sus llantas para la campaña 1983 de F1 en Paul Ricard con Nelson Piquet, de Brabham, por lo que la escuadra de Chessington le pidió a su ex piloto mexicano Héctor Alonso Rebaque, se subiera a un BT52 con motor BMW turbo, pues él había desarrollado el auto original en 1981. Hubo otros 12 autos en la Carrera de Campeones, incluyendo el debut del Spirit Honda de Stefan Johansson, con el motor V6 turbo nuevo de la firma nipona.
Héctor recuerda: “Es una larga historia. Terminé la relación con Bernie en 1981 cuando Parmalat quería un piloto italiano. En ese momento me llamó y me dijo que esperara hasta encontrar la forma de no tener un piloto italiano. Pero era demasiado tarde para que yo me fuera a otro equipo y decidí retirarme. En 1982 me invitaron a correr la Indy 500 y luego hice más carreras de CART, pero no era realmente lo que yo quería hacer. Luego Bernie vino con la idea de tener un tercer Brabham con motor Ford turbo. La intención era hacer el auto para 1983, pero eso seguía postergándose, así que para cuando llegó la Carrera de Campeones, Bernie dijo, ‘¿Por qué no vienes y manejas el auto porque de otra forma para cuando terminen el motor vas a estar totalmente fuera de forma?’ Yo acepté”.
La oferta llegó el viernes de una semana previa a la carrera. Rebaque estaba en la ciudad de México en ese momento. Se subió al avión y se fue a Brands Hatch, pero no había tiempo de probar. Batalló para domar el BT52 y el motor BMW turbo. Calificó décimo, a 3.8 segundos del tiempo de la posición de privilegio marcado por el campeón Keke Rosberg en su Williams-Cosworth.
En la carrera Héctor tuvo problemas con el balance del auto e hizo una detención imprevista para calzar llantas frescas, pero cuando esto tampoco logró mejorar al auto, se retiró, argumentando problemas de llantas y suspensión: “No había manejado en F1 por año y medio. Tener algunas pruebas habría ayudado. Encontré que el auto era muy difícil de manejar. Hicimos algunos cambios y creo que nos perdimos un poco en la puesta a punto. Y eso fue una lástima porque era grandioso para mí estar ahí con el equipo Brabham”.
Rebaque tenía experiencia con el BMW turbo, pues desarrolló el BT50 en 1981, cuando debió correr el GP de Italia en Monza con él, decisión que se revirtió, como explica: “Durante 1981, estuve en todas las sesiones de prueba donde desarrollamos el motor BMW. Había la idea de correr el BMW turbo en Monza en 1981 y el plan era que yo corriera el auto. Pero el campeonato estaba muy apretado para Nelson y el equipo estaba preocupado de que resultara muy difícil que el auto terminara la carrera, así que al final del día, la decisión fue que iríamos con los dos autos Cosworth para tener más posibilidades de marcar puntos”.
Tras la Carrera de Campeones de 1983, Rebaque volvió a México y esperó a que fructificara el plan del Brabham-Ford, pero tras seis semanas Bernie le avisó que el proyecto estaba muerto, aparentemente porque el motor nunca alcanzó las expectativas de potencia y desempeño en el dinamómetro.
Decepcionado, Héctor decidió retirarse nuevamente y dedicarse a sus negocios inmobiliarios: “Yo no quería manejar nada más. Aunque fui a correr en Indy y gané una carrera en 1982, eso no era realmente para mí. Así que decidí que si no tenía un asiento en F1 me iría a hacer otra cosa. Aún era joven, me retiré a los 26, podía haber corrido 10 años más, pero no sucedió así”.
La Carrera de Campeones fue muy emocionante, con Rene Arnoux tomando la punta temprana en su Ferrari, hasta que desgastó sus llantas. Esto le permitió a Keke pasarlo, pero también empezó a sufrir por el desgaste en las llantas. Danny Sullivan se le acercó en su Tyrrell, pero no pudo pasarlo y quedó a medio segundo detrás del Williams.
Rebaque tenía experiencia con el BMW turbo, pues desarrolló el BT50 en 1981, cuando debió correr el GP de Italia en Monza con él, decisión que se revirtió, como explica: “Durante 1981, estuve en todas las sesiones de prueba donde desarrollamos el motor BMW. Había la idea de correr el BMW turbo en Monza en 1981 y el plan era que yo corriera el auto. Pero el campeonato estaba muy apretado para Nelson y el equipo estaba preocupado de que resultara muy difícil que el auto terminara la carrera, así que al final del día, la decisión fue que iríamos con los dos autos Cosworth para tener más posibilidades de marcar puntos”.La última carrera no puntuable de F1, la Carrera de Campeones, se celebró en Brands Hatch el 10 de abril de 1983, el mismo día que una de prototipos Grupo C en Monza, en la cual Riccardo Patrese de Brabham, corría para el equipo Lancia. Pero también ese día Michelin probaba sus llantas para la campaña 1983 de F1 en Paul Ricard con Nelson Piquet, de Brabham, por lo que la escuadra de Chessington le pidió a su ex piloto mexicano Héctor Alonso Rebaque, se subiera a un BT52 con motor BMW turbo, pues él había desarrollado el auto original en 1981. Hubo otros 12 autos en la Carrera de Campeones, incluyendo el debut del Spirit Honda de Stefan Johansson, con el motor V6 turbo nuevo de la firma nipona.
En la carrera Héctor tuvo problemas con el balance del auto e hizo una detención imprevista para calzar llantas frescas, pero cuando esto tampoco logró mejorar al auto, se retiró, argumentando problemas de llantas y suspensión: “No había manejado en F1 por año y medio. Tener algunas pruebas habría ayudado. Encontré que el auto era muy difícil de manejar. Hicimos algunos cambios y creo que nos perdimos un poco en la puesta a punto. Y eso fue una lástima porque era grandioso para mí estar ahí con el equipo Brabham”.La oferta llegó el viernes de una semana previa a la carrera. Rebaque estaba en la ciudad de México en ese momento. Se subió al avión y se fue a Brands Hatch, pero no había tiempo de probar. Batalló para domar el BT52 y el motor BMW turbo. Calificó décimo, a 3.8 segundos del tiempo de la posición de privilegio marcado por el campeón Keke Rosberg en su Williams-Cosworth.Héctor recuerda: “Es una larga historia.
Terminé la relación con Bernie en 1981 cuando Parmalat quería un piloto italiano. En ese momento me llamó y me dijo que esperara hasta encontrar la forma de no tener un piloto italiano. Pero era demasiado tarde para que yo me fuera a otro equipo y decidí retirarme. En 1982 me invitaron a correr la Indy 500 y luego hice más carreras de CART, pero no era realmente lo que yo quería hacer. Luego Bernie vino con la idea de tener un tercer Brabham con motor Ford turbo. La intención era hacer el auto para 1983, pero eso seguía postergándose, así que para cuando llegó la Carrera de Campeones, Bernie dijo, ‘¿Por qué no vienes y manejas el auto porque de otra forma para cuando terminen el motor vas a estar totalmente fuera de forma?’ Yo acepté”.
Tras la Carrera de Campeones de 1983, Rebaque volvió a México y esperó a que fructificara el plan del Brabham-Ford, pero tras seis semanas Bernie le avisó que el proyecto estaba muerto, aparentemente porque el motor nunca alcanzó las expectativas de potencia y desempeño en el dinamómetro.
Decepcionado, Héctor decidió retirarse nuevamente y dedicarse a sus negocios inmobiliarios: “Yo no quería manejar nada más. Aunque fui a correr en Indy y gané una carrera en 1982, eso no era realmente para mí. Así que decidí que si no tenía un asiento en F1 me iría a hacer otra cosa. Aún era joven, me retiré a los 26, podía haber corrido 10 años más, pero no sucedió así”.
La Carrera de Campeones fue muy emocionante, con Rene Arnoux tomando la punta temprana en su Ferrari, hasta que desgastó sus llantas. Esto le permitió a Keke pasarlo, pero también empezó a sufrir por el desgaste en las llantas. Danny Sullivan se le acercó en su Tyrrell, pero no pudo pasarlo y quedó a medio segundo detrás del Williams.