Hay algunas pocas carreras en el mundo que han cautivado la imaginación popular, y una de ellas es la Mille Miglia (Mil Millas equivalentes a 1,600 kilómetros) italiana que se efectuó durante tres décadas por las carreteras de la península itálica, saliendo siempre de Brescia para regresar a esa ciudad norteña tras recorridos de más de 20 horas, mismos que progresivamente fueron bajando en duración hasta poco menos de 11, lo cual habla del enorme desarrollo de los automóviles en ese periodo del siglo XX.

La historia de la clásica de ruta, establecida en 1927, es registrada anualmente por capítulos en el libro, con profusión de fotografías relevantes que muestran cómo evolucionaron los autos deportivos –completamente derivados de modelos de calle– en esos 30 años entre su inicio y su final. A la vez se detallan los circuitos que se usaron, ya que no siempre fueron las mismas carreteras las empleadas, incluso hubo años como 1940 en plena II Guerra Mundial, en que se usó un triángulo entre tres ciudades italianas para efectuarla, dando vueltas al triángulo al estilo de la Targa Florio siciliana.

El libro está escrito en italiano e inglés, es detallado, pero ligero de lectura, y es la historia oficial avalada por el propio Museo de la Carrera, sito en las afueras de Brescia. Sus fotos, con contadas excepciones en color, son en blanco y negro, o más bien en tonos ocres que le dan un estilo retro muy atractivo en su diseño, ayudadas por las ilustraciones y pósters de la carrera. Los grandes nombres como Campari, Caracciola, Varzi y Nuvolari, antes de la guerra, y Fangio, Moss y Taruffi, en la época posterior, son los animadores de la historia, aunque hay muchos otros menos conocidos, pero igual de importantes que aportaron su dosis de velocidad y valentía a esta historia. Muy recomendable.