Nissan se enfocará más en la tecnología y la calidad interior que en el rediseño de un exterior radical cuando presente la segunda generación de su Juke crossover bebé en las agencias a fines de 2016.
El Juke es responsable en gran medida por crear el segmento en expansión de los crossover pequeños y ya tuvo una actualizada sutil con equipamiento de seguridad, un turbo de gasolina pequeño y una gama mayor de opciones personalizadas. Sin embargo, está basado en la plataforma B0 relativamente vieja de la Alianza Renault-Nissan y se enfrenta a una competencia cada vez mayor al entrar más fabricantes a este nicho del mercado. Por ejemplo, se espera que el Grupo VW comience a lanzar su primeros crossovers chicos en los próximos 18 meses. El Juke nuevo cambiará a plataforma CMF-B también destinada para el próximo Nissan Micra y el siguiente Renault Clío.
Esta arquitectura trae mejoras en la eficiencia de producción que permitirán aumentar la producción actual de 150,000 autos al año en su planta de Sunderland. También ofrece ahorros considerables por economías de escala, lo cual permitirá a Nissan tener capital disponible para invertir en el punto más débil del Juke: la percepción de calidad de su cabina.
“Los clientes nos dicen que el Juke aún tiene una apariencia fresca”, comentó una fuente de Nissan. “Así que no pensamos que el aspecto exterior necesite una actualización mayor. Las ganancias llegarán a través de motores más eficientes, mejor refinamiento y mejoras en las áreas clave del interior”. Sin embargo, para el próximo año se espera un concepto audaz que lleve más allá el diseño futuro del Juke para medir la reacción pública.
La uniformidad de características compartidas con el Micra podría significar que el siguiente Juke por primera vez cuente con motor de tres cilindros y 1.0 litros. Sin embargo, los dos modelos tomarán caminos distintos en cuanto a desempeño. Es probable que haya otra Juke Nismo, pero no un Micra Nismo.