Justo ayer, Trump se reunió con los directores generales de FCA, Ford y General Motors para discutir temas de “manufactura, reducción de impuestos y procesos de logística”, lo que en otras palabras –emitidas en su momento por el propio Trump- significa que está pidiendo a las armadoras que “devuelvan” los empleos a su industria que, según él, han sido “robados” por México, por el hecho de tener algunas de sus plantas manufactureras en México. De hecho, la intención de DT es renegociar las condiciones del TLC para que sean totalmente favorables a EUA, o de lo contrario estaría dispuesto incluso a cancelar el Tratado completamente, algo que impactaría profundamente a su propia industria automotriz, pues como todos sabemos, la mano de obra es más barata al sur del Rio Bravo. Y si en algún momento toda –o gran parte- de la producción automotriz se fuera a EUA, los costos se elevarían de forma notable, y el afectado sería el consumidor final. Decisiones que parecieran obedecer más a un tema pasional y a un falso nacionalismo, que a un verdadero conocimiento del comercio internacional. Aquí les presentamos un resumen de lo que el llamado “Efecto Trump” ha tenido sobre la industria automotriz en nuestro país a tan sólo unos días de haber tomado el cargo en la Casa Blanca. Y por cierto, como ya es costumbre, todavía no existe pronunciamiento alguno de parte de nuestras autoridades sobre cómo piensa enfrentar el gobierno federal este escenario y sus posibles efectos colaterales a los trabajadores nacionales y nuestra industria automotriz. El resultado es incierto, y aunque especular no sirve de nada, el futuro inmediato no parece tan brillante.
- Ford cancela planta de ensamblaje en SLP
Después de haber anunciado una inversión de $1,600 MDD para la construcción de una planta ensambladora de autos en San Luis Potosí, Mark Fields, director general de Ford Motor Company, dijo que la empresa se encontraba en la necesidad de dar marcha atrás con el plan, es decir, que se cancelaba la inversión y la planta (que ya había comenzado a construirse en noviembre pasado). Este anuncio tuvo un impacto negativo incluso en el mercado de valores mexicano, pues ese mismo día el peso perdió terreno frente al billete verde. Si bien la directiva de Ford aclaró que nada tenían que ver las amenazas recibidas por Trump de gravar con un 35% de impuestos a los autos importados de México, el descontento generalizado en redes sociales no se hizo esperar. También se aclaró que la producción del Focus sí viene a México y que se realizará en la planta de Hermosillo, donde también se fabrican modelos como el Fusion y el Lincoln MKZ. Y como era de esperarse, Trump se adjudicó falsamente esta operación de inmediato.
- Toyota también fue amenazado por Trump, pero su gobierno lo apoyó y mantuvo su postura
“Toyota ha sido parte de la cultura de manufactura de la región de Norteamérica por los últimos 60 años. Los volúmenes de producción y de empleo de la región no se verán afectados como resultado de nuestra nueva planta en Guanajuato, anunciada en abril de 2015. Toyota de México informa que no hay cambios en la estrategia regional bajo las circunstancias actuales.”
- GM se lleva producción de componentes a EUA pero mantiene modelos
Por su parte, General Motors anunció una inversión de $1,000 MDD para operaciones de manufactura en Estados Unidos que será destinada a diversos proyectos, entre ellos la fabricación de ejes para pick-up que anteriormente se hacían en México. No obstante, el gigante automotor aclaró enfáticamente que “este cambio no afecta las operaciones de GM en nuestro país y no hay impacto alguno en los empleados que laboran en México, pues dichos componentes eran producidos por un proveedor externo.” Adicional a esto, Mary Barra, CEO de GM, anunció que el Cruze HB seguirá produciéndose en México, y que en breve la nueva generación de la GMC Terrain también saldrá de una planta mexicana.
- BMW ignora amenazas de Trump
“Nuestro proyecto de la planta de San Luis Potosí se desarrolla normalmente y mantenemos nuestro compromiso con el proyecto de la planta y con México”, aseguró Vladimir de Mello, director de Comunicación Corporativa de BMW en México. A pesar de que Trump amenazó con aumentar los impuestos de importación, la postura oficial de la marca germana deja en claro que la inversión de $1,000 MDD para la planta de SLP se mantiene sin cambios. Ahí se fabricará el Serie 3 a partir de 2019. Esta postura de la marca, como ocurre en el caso de Toyota, está plenamente soportada por las autoridades alemanas, quienes incluso contraatacaron a Trump con una sutil amenaza de cerrar su planta de Spartanburg, en caso de que éste quiera fijar condiciones mercantiles de forma unilateral.
- FCA sigue los pasos de Ford
Finalmente, durante el pasado autoshow de Detroit, Sergio Marchionne, CEO de Fiat Chrysler Automobiles sostuvo que “si imponen las tarifas económicas y si son lo suficientemente elevadas, la producción de cualquier vehículo en México perderá sentido económico y tendríamos que retirarnos. Es muy posible.” Lo que también significa que, al menos en el mediano plazo, no habrá inversión alguna de FCA en México, Ahí mismo en Detroit, Marchionne expresó que los elevados impuestos propuestos por Trump a las exportaciones, de hasta 35%, eliminarían las ventajas de producir en territorio mexicano. Por otra parte, FCA anunció una inversión de $1,000 MDD (y la creación de 2,000 empleos) para modernizar dos plantas en EUA, una de las cuales será capaz de fabricar la Ram, producida actualmente en México. Por cierto, esa migración ya comenzó, pues las versiones Heavy Duty de la pick-up ya no se fabrican más en Saltillo.
Esto es de lo que más se ha hablado en los últimos días, pero es muy probable que la turbulencia no se detenga ahí, pues marcas como Audi, VW, Honda y KIA también están en la mira de Trump. Y en algunos de los casos (Hyundai/KIA, por ejemplo) ya se anunciaron inversiones multimillonarias en EUA, con la esperanza de que no le comiencen a llover amenazas, como ya ocurrió con las marcas anteriormente enlistadas.