Un Aston Martin Rapide S que puede correr con hidrógeno acaba de competir en las 24 Horas de Nürburgring, reporta Mark Tisshaw
Aston Martin usó el primer auto de carreras impulsado por hidrógeno en el mundo en un evento sancionado por la FIA, completando en el proceso la primera vuelta de carrera de cero emisiones en el Nürburgring con tecnología que bien podría adaptarse a sus autos de calle en el futuro. El Aston Martin Híbrido Hidrógeno Rapide S compitió en las 24 Horas de Nürburgring, corriendo sus vueltas sólo con propulsión de hidrógeno en la calificación y liderando su clase por momentos durante un evento afectado por la lluvia y la niebla.
El proyecto nació hace un año cuando a Aston Martin se le acercó su socio tecnológico, Alset Global, un especialista en fuentes de poder avanzadas que quería mostrar su habilidad para adaptar motores de gasolina para correr con hidrógeno. Aston estaba ansioso, pero en lugar de limitarlo a un auto de calle de demostración, se tomó la decisión de ponerla en un auto de carreras “para encontrar los límites y fronteras de la tecnología corriéndolo”, le dijo a Autocar el director deportivo y de proyectos especiales de Aston, David King: “Tenemos una historia de ocho años usando las 24 Horas de Nürburgring para retos de ingeniería”, dijo, “y la tecnología de Alset parecía posible, así que decidimos probarla y correrla”.
La prueba incluyó completar una vuelta completa en el Nürburgring en ritmo de carrera usando solamente hidrógeno. Se escogió un Rapide S porque ofrecía el mayor espacio para empacar los cuatro tanques de hidrógeno y porque sería el modelo más propicio para adecuarle la tecnología en caso que hubiera una aplicación en autos de calle. El Rapide S de carreras es, esencialmente, un auto de calle al que se le han quitado los interiores, se le rigidizó la suspensión y se le agregó la jaula antivuelco. Los cambios necesarios para la adaptación de hidrógeno le agregan alrededor de 80 kg al Rapide S, pero King apunta que esto es un peso considerablemente menor que el de las baterías que se necesitarían para completar una vuelta en el Ring con energía eléctrica, la otra forma de conseguir cero emisiones de CO2. El peso total del auto es de alrededor de 1600 kg.
King describe estos cambios como alteraciones “relativamente simples”. No se necesitaba una reingeniería completa del Rapide S. Se agregaron cuatro tanques de hidrógeno: dos sobre el eje trasero y dos donde estaría el asiento del pasajero. Estos contienen 3.3 kg de hidrógeno a 350 bar, lo suficiente para una vuelta y media en el circuito de 26 kilómetros de Nürburgring (combinando el Nordschleife y el circuito de gran premio), equivalente como a 15 litros de gasolina. Las líneas de hidrógeno canalizan el combustible al familiar motor V12 de 6.0 litros de Aston Martin, del cual King dijo que “no necesitó alteraciones” para poder correr con hidrógeno o gasolina, o una combinación de ambos.
“El reto más grande era igualar el despliegue de la potencia”, dijo King, pues el hidrógeno tiene una densidad de potencia mucho más baja que la gasolina. La solución fue adecuarle un par de turbocargadores al motor V12 por primera vez. Se agregaron inyectores de hidrógeno junto a los de gasolina para alimentar al colector, con otros cambios que incluyen un radio de compresión reducido, una toma revisada del colector y una cabeza del cilindro también revisada. “Lo realmente astuto llega en la electrónica de la gestión del motor”, dijo King, agregando que se hicieron cambios para permitir que el motor se adapte a diferentes proporciones para quemar hidrógeno en vez de gasolina.
El piloto puede seleccionar entre correr sólo con hidrógeno, sólo con gasolina o con una mezcla, pero Aston quería limitar las corridas con mezcla para poder probar completamente la capacidad para solo con hidrógeno y demostrar que se podía hacer. Las reglas de las 24 Horas de Nürburgring limitan la potencia a 550 caballos para los entrantes, así que Aston no pudo obtener beneficios de potencia con los turbocargadores al correr en modo gasolina, aunque se dijo que el torque de medio rango mejoró sustancialmente. Al correr sólo con hidrógeno, la potencia se reduce de 50 a 60 caballos, según King. En aire limpio, se esperaban tiempos de vuelta de 10m15s en modo gasolina, y 10m30s en hidrógeno.
Aston comenzó corridas en solo hidrógeno y luego corrió los tanques hasta que se vaciaron después de vuelta y media antes que la propulsión de gasolina entrara automáticamente en acción. Para recargar, había una estación especial de llenado de hidrógeno a la entrada a los fosos, donde los cuatro tanques del Rapide S fueron llenados con hidrógeno (abastecido por Linde Gas, dirigido por el ex jefe de Premier Automotive Group, Wolfgang Reitzle) en poco más de un minuto antes de seguir por los fosos para su parada normal de gasolina, y cambio de llantas y piloto. Poder correr una vuelta adicional antes de tener que detenerse compensó tranquilamente el minuto que tomó en los fosos recargar hidrógeno.
Cualquier aplicación de esta tecnología para autos de calle tomaría al menos cinco años, dijo King, agregando que no hay planes para hacerlo en este momento: “La idea del auto es como una alternativa creíble a un vehículo híbrido de baterías. Puedes ir por la ciudad y en el tráfico con hidrógeno, y además tener todos los beneficios del desempeño de gasolina fuera de la ciudad. Convertir motores de combustión interna para correr con hidrógeno es una buena tecnología puente para los autos de célula de combustible de hidrógeno, en los que trabaja la industria. Puede ayudar a expandir la red, bajar el costo y mejorar la tecnología. Estamos al menos entre cinco y siete años de verla en autos de calle, pero al correrla exitosamente en un auto de carreras puede aumentar el interés y la visibilidad”.