Después de siete años de vida, llega una nueva generación del Camry. No sólo es el modelo más exitoso de Toyota, sino además el vehículo más vendido durante 2016 en EUA; es todo un orgullo nacional. Lo más evidente es su nueva apariencia, tanto al exterior como en el interior. Se deja de lado cualquier trazo convencional a favor de ángulos muy afilados, curvas, y una serie de nervaduras y mezclas que obligan a poner la mirada en el sedán al menos por un momento. Muestra una clara influencia de sus parientes de Lexus, pero con toques propios de la marca que ya vimos en el Prius, por ejemplo.
Al interior las cosas son aún más dramáticas, especialmente en el diseño de la consola central y el acomodo de los diversos controles, integrados todos en una pantalla de forma muy peculiar, polémica digamos; algo muy raro en una marca que tradicionalmente se había distinguido por apostar hacia lo convencional. Pero tanto ingenieros como diseñadores no pueden equivocarse, al menos no en el auto más vendido en el mercado más importante del mundo. Si llegaron a esas formas es porque seguro a su cliente objetivo le encantarán.
Como es de esperarse, cuenta con una amplia lista de elementos de equipamiento en todos los frentes: confort, seguridad, infotenimiento y asistencias a la conducción. Destaca el nuevo diseño de los asientos, así como la posibilidad inédita de poder elegirlos en colores llamativos, algo que generalmente encontramos en marcas más lujosas o deportivas, pero no en Toyota, lo que deja de manifiesto que siguen peleando por reducir la edad promedio de su clientela.
Mecánicamente hay ajustes profundos en la plataforma y sus componentes. Hay una nueva suspensión de doble horquilla al frente, y de acuerdo con los ingenieros se ha trabajado también en la dirección para que la experiencia de manejo sea “contundente desde los primeros segundos frente al volante”. Habremos de probarlo a fondo para comprobarlo. Mantiene motores de 4 y 6 cilindros, con 2.5 y 3.5 litros, respectivamente, los cuales estrenan buena parte de sus componentes internos con el objetivo de reducir fricciones, incrementar eficiencia, reducir consumos y emisiones, al tiempo que se eleva ligeramente la potencia. Aun no hay cifras oficiales. A ellos se suma una nueva transmisión automática de 8 velocidades. El Camry 2018 –fabricado en EUA- comienza a venderse por allá a finales del verano, por lo que muy probablemente lo veamos en México hacia octubre o noviembre. También habrá una versión hibrida que no llegará a nuestro país.