“I DON’T WORRY: I’M SITTING ON TOP OF THE WORLD.…”
CREAM
“Max Verstappen debutará en F1 a los 17 años”. Leo esa noticia y me pongo a pensar lo que significa. Ya los gemelos darán sus opiniones en pro y contra (se alternan, no es que realmente piensen lo que escriben sino como ejercicio de sostener un argumento por ambos lados), pero yo veo otras cosas. El récord de juventud en F1 durante 48 años lo tuvo Ricardo Rodríguez, quien empezó a los 19 en 1961. De hecho en 1959 Pedro Rodríguez probó un F1 tras el GP gringo en Sebring, pero no le atrajo el acuerdo así que los dos hermanos tenían esa edad a su primer contacto con un F1.
Max acaba de probar uno a los 16 años y prontamente lo trompeó y luego chocó volándole el alerón delantero. Eso pasa cuando vas de 250 caballos a 800, pero en su segunda prueba en Adria ya hizo casi 400 km y mostró buenas habilidades. Ya califica para la súperlicencia F1, aunque no para licencia de manejo en calle en su patria todavía (sí para un permiso provisional); paradójico ¿no?
Max es hijo del ex F1 Jos, y su madre (de la familia belga de pilotos Kumpen con vasta experiencia en Le Mans y GTs) también es pilota. Max ha sido adiestrado –ferozmente según me comenta un amigo que platicando con Schumacher, el alemán le decía que Jos era brutalmente severo con Max y que no sabía si él debería ser igual de duro con su hijo, pero aparentemente no tenía el corazón para serlo– por un buen piloto, su padre, pero el tema no es ese. Ya vemos que hay muchos chavos que nunca se suben a un auto, juegan Playstation y se convierten en pilotos. El problema no es si podrá manejar un F1, el problema es lo que significa.
Las mejores clavadistas y gimnastas son niñas de 10-11 años cuya flexibilidad les permite hacer cosas que a los 14 ya no pueden, pero no las dejan competir en los Juegos Olímpicos porque son eso, niñas, sin la madurez suficiente para tener opciones, maleables a lo que padres, entrenadores, dirigentes decidan. No dudo que Max siempre haya querido ser piloto, pero ¿y los demás niños de 15 años que ahora serán considerados fracasados porque no llegaron a la F1 antes de cumplir la mayoría de edad? ¿Y los padres (en su mayoría manipuladores que viven su vida deportiva a través de sus hijos) que harán todo lo posible porque sus hijos rompan el récord de Max –como el multimillonario canadiense cuyo hijo kartista ya está en la Academia de Pilotos de Ferrari y anda pensando en invertir en Sauber– y les robarán a sus hijos la infancia? Eso es lo preocupante, no si Max puede, que seguramente podrá, pues ha sido entrenado para ello desde corta edad. Quizás sea hora de empezar a intervenir doña FIA y poner límites. Porque Max va a debutar adolescente, pero si fracasa a los 20 y lo corren de RBR y se vuelva un cartucho quemado como Jaime Alguersuari, ¿quién lo va a proteger?
Y para terminar con Ricardo. El mexicano llegó a la F1 con años de experiencia en autos más potentes que los F1 y muchísimo kilometraje más (Le Mans, Sebring, la Targa, etc.) manejado en condiciones brutales y compitiendo contra los campeones de F1. Max llegará con una temporada en F3 ganándole a puros desconocidos adolescentes, y sin haber corrido jamás contra un piloto de F1. Si tiene éxito, o es el mejor piloto de la historia, o realmente ya cualquiera puede manejar un F1 como me dicen algunos ex campeones… en privado.