En la lotería de Brasil, el sexto sitio le basta a Sebastian para coronarse.
Virginia S. Meyer
NO podría haber tenido mejor cierre esta temporada. Fue una carrera muy emotiva porque se definió el campeonato entre Sebastian Vettel y Fernando Alonso, y además, marcó el segundo y esta vez definitivo retiro de Michael Schumacher. También porque fue la última carrera de Sergio Pérez en Sauber antes de dar el gran paso a McLaren en 2013, y darle su butaca a Esteban Gutiérrez.
Justamente con la noticia de la confirmación de Esteban para la próxima temporada en la escudería de Monisha Kaltenborn, se inició el fin de semana. Esto reafirma el gran momento que está viviendo México en el automovilismo y dentro de la F1 tras el anuncio de la llegada de ‘Checo’ a McLaren.
Desde el arranque del fin de semana en el “José Carlos Pace” de San Pablo, fue Lewis Hamilton quien puso el ritmo. Dominó las primeras dos prácticas, y en la tercera el más veloz fue el McLaren de su compañero Jenson Button. En clasificación, como era de esperarse, los McLaren estuvieron adelante.
Hamilton se quedó con la PP, mientras que Button fue el segundo, por delante de Mark Webber. El piloto de Red Bull le ganó el duelo a su compañero Vettel, mientras que Felipe Massa hizo lo mismo con Alonso en Ferrari. El local clasificó quinto, en tanto que octavo lo hizo el español.
No fue por configuración de lluvia o nervios que Alonso estuvo tan retrasado porque él mismo explicó que el tiempo de Massa fue porque hizo algo “extraordinario fuera de la norma” ya que el auto no es tan veloz.
Luego del juego de equipo de Austin, se especuló que podría pasar lo mismo aquí para que Alonso largara del lado limpio pero la Scuderia no debió tomar ninguna decisión ya que Pastor Maldonado quien había sido sexto, cayó al 16° lugar tras recibir una tercera reprimenda de la FIA lo cual significa una sanción de 10 puestos en la parrilla.
La falta del venezolano fue no ingresar a tiempo al pesaje. Por la infracción de Pastor, ‘Checo’ adelantó un lugar en la parrilla y partió duodécimo.
La carrera tuvo de todo desde el comienzo. En la partida, como se preveía por sus antecedentes, Webber no pudo mantener la tercera colocación, fue superado por Massa que saltó de quinto a tercero. En tanto que los McLaren se escapaban en punta, y Alonso ascendía a quinto.
Detrás de ellos, Vettel se complicaba con un trompo al ser tocado y terminó golpeado dos veces por Bruno Senna, lo que provocó el abandono del brasileño y también de Pérez, quien no pudo evitar encontrarse con los autos en la pista. Por su parte, Alonso en una gran maniobra superaba a Webber y a Massa tras la primera curva. Los tres pilotos hicieron el final de la recta principal a la par.
En la quinta vuelta desertó Maldonado por un trompo que lo sacó de pista. En ese mismo giro, Michael Schumacher, quien había partido 13° en su último GP, pinchó lo que lo obligó a entrar tempranamente a los fosos. En tanto que Romain Grosjean se golpeó tras perder el control del Lotus en la curva 11.
La lucha por la punta entre los coequiperos Hamilton y Button produjo varios sobrepasos. Lewis cambió los neumáticos en el décimo giro y ahí perdió tiempo al no arrancar inmediatamente su McLaren. Mientras tanto, Vettel que había quedado último, ya estaba quinto en la vuelta 16.
Nico Hulkenberg, quien había largado sexto, puso su Sahara Force India en la punta en el giro 18 al doblegar a Button. Tres giros más tarde salió el auto de seguridad por mucha suciedad en pista (sumada a la complicación de la lluvia), lo que incluso le costó el pinchazo en la rueda trasera derecha a Nico Rosberg, octavo entonces tras partir noveno.
Los líderes aprovecharon la neutralización para cambiar neumáticos, pues eran virtualmente los únicos que habían enfrentado la pista resbalosa sin cambiar los neumáticos lisos medios con que arrancaron. En ese punto de la competencia, las posiciones estaban muy mezcladas con muchos pilotos con una vuelta menos, hasta el reinicio de la velocidad en la ronda 30 donde todos estaban en el giro del líder.
Una vez relanzada la prueba, se notó la velocidad de McLaren y Hamilton saltó a la punta en la vuelta 47 tras pasar a Hulkenberg y comenzó a escaparse.
En cuanto a la pelea por el título, Vettel perdía la radio. Tras parar por lisas medias en la vuelta 52, ingresó sin avisar a sus fosos dos giros más tarde para poner intermedias de lluvia nuevamente corrigiendo el error inicial aunque se perdió mucho tiempo en buscar los neumáticos.
También en esa vuelta se produjo el gran golpe de la carrera. Cuando los líderes se disponían a superar a un Kimi –rezagado tras una excursión que incluyó irse por la ruta del trazo del óvalo de IndyCar–, Hulkenberg quiso superar a Hamilton, pero le salió mal y su auto terminó deslizándose e impactando al de Lewis, quien vio su última carrera con McLaren terminar allí. Nico recibió un pase por los fosos de castigo.
Luego, llovió con más intensidad y Ferrari hizo juego de equipo: Massa se deja superar por Alonso, mientras Button seguía primero y Vettel séptimo, lo que lo seguía consagrando campeón. Pero el alemán no se conformó y siguió avanzando: superó a Schumacher para ponerse sexto.
Cuando apenas restaban tres giros, Paul Di Resta destruyó su Force India en la entrada a la recta principal. Esto obligó a una nueva neutralización y las posiciones se congelaron, entregándole el tercer título a Vettel y el tercer triunfo de la temporada a Button.
Para Sebastian fue un título especial, pues además de lo duro que fue obtenerlo y de ser el más joven en lograrlo, también porque en la conferencia de prensa recordó emocionado a Ayrton Senna, otro de los tricampeones de la F1, y su ídolo.
Ferrari terminó con el premio consuelo de un subcampeonato de pilotos y constructores, y con su mejor actuación combinada de la temporada con el 2-3 logrado por Alonso y Massa.