El nombre Brabham pretende regresar a las competencias de autos deportivos y a las «24 Horas de Le Mans» tan pronto como en 2022.
Brabham Automotive presentó este miércoles los planes para producir un deportivo que compita en la clase GTE Pro del WEC en la temporada 2021-2022, y que se basará en el superdeportivo BT62 V8, lanzado en mayo del año pasado. A su vez, la empresa con sede en Adelaida, Australia, se comprometió a ser un equipo de fábrica y tener un programa multianual de desarrollo que ya está en marcha.
«Regresar el nombre Brabham a Le Mans es algo que he estado trabajando por años, así que es fantástico hacer este anuncio hoy», comentó David Brabham, quien hoy dirige la constructora.
«Brabham Automotive solo lanzó su primer auto, el BT62, en mayo de 2018, así que tenemos un camino largo por viajar para ganar el derecho de volver a competir en Le Mans. Ese trabajo inicia ahora con un compromiso para competencias a largo plazo».
Más detalles en el programa, personal y pilotos, así como las características del auto, se revelarán en tiempo posterior, ya que está sujeta a la homologación de reglas del WEC; el chasis del BT62 ya fue modificado, acorde con los estándares de seguridad de la FIA.
Asimismo, Brabham Automotive compartió su intención de participar en series de desarrollo y proporcionar oportunidades a clientes para correr en Le Mans.
«En Le Mans, el legendario nombre Brabham instantáneamente evoca memorias de una historia familiar de éxito excepcional», aseguró Pierre Fillon, Presidente del Automobile Club de l’Ouest (ACO), promotor de las «24H de Le Mans. «El regreso del nombre Brabham a las carreras de resistencia son, por ende, mucho más que simbólicas. Esto demuestra lealtad notable y un espíritu competitivo extraordinario».
Sir Jack Brabham participó en Le Mans en tres ocasiones, finalizando tercero en 1957; su hijos Geoff y David vencieron en 1993 y 2009, respectivamente, con Peugeot.