Sam Bird recibió un regalo de Felix Rosenqvist y se metió en la lucha por el campeonato de la Fórmula E, al ganar el primer ePrix de Roma.
El británico, quien arrancó en segunda posición, fue el perseguidor principal del sueco durante gran parte de la carrera que se celebró este sábado, hasta que con 11 vueltas restantes, una rotura en la suspensión trasera izquierda del auto de Mahindra Racing dejó al sueco varado en la pista, arruinando su esperanza de remontar en la batalla por el título.
Posteriormente, Bird contuvo el embate del Jaguar de Mitch Evans y del Audi de Lucas Di Grassi, en una serie de intentos de rebase y contactos en pista que hicieron de éste un evento muy bien recibido por los aficionados.
El brasileño llegó en segundo, mientras André Lotterer salvó el pódium para TECHEETAH. Evans, al quedarse sin energía, cayó al noveno sitio.
El líder del campeonato, Jean-Éric Vergne, tuvo una actuación discreta, al iniciar en octavo y llegar en 5°, a pesar de tener una salida hacia una zona de escape en la parte final de la jornada. Con solo cuatro fechas restantes, su ventaja sobre Bird en la tabla general es de 18 unidades.
La carrera, que tuvo un gran seguimiento durante la semana, tuvo múltiples accidentes: en el giro 18, antes del cambio de vehículos, un intento de rebase de José María López derivó en una carambola entre Nick Heidfeld, Oliver Turvey, Luca Filippi y Edoardo Mortara, aunque todos retomaron la marcha.
Tanto “Pechito” como Alex Lynn se accidentaron de una forma similar a la de Rosenqvist, es decir, cometiendo errores y estrellándose en la pared, lo que requirió de tres apariciones de la bandera amarilla encadenada. Nelson Piquet tampoco terminó, aunque fue a causa de una falla en su segundo auto.
Bird llegó a siete triunfos en la Fórmula E, consolidándose como el segundo piloto más ganador en la serie.
El siguiente ePrix se llevará a cabo en París, el sábado 28 de abril.