El controvertido directivo de IndyCar, Brian Barnhart, fue removido de su puesto en control de carrera luego de una temporada salpicada con acusaciones de inconsistencia e ineptitud.
El CEO de IndyCar, Randy Bernard, removió a Barnhart de sus puestos como comisario en jefe y director de carrera, por lo que ya no tendrá influencia como oficial en las carreras, pero se le ofreció la oportunidad de permanecer en la nómina como presidente de operaciones.
Barnhart fue acusado frecuentemente por los pilotos de interpretaciones inconsistentes a las reglas, pero se hicieron preguntas más serias cuando ordenó una rearrancada en New Hampshire a pesar de que llovía, lo que ocasionó un choque masivo.
Barnhart dijo a AUTOSPORT unas semanas después de la carrera de New Hampshire que las críticas no le molestaron. “No presto atención”, admitió. “No creo que pudiera hacer mi trabajo si leo o presto atención a esas cosas. Creo que nuestro control de carrera, y yo específicamente, hemos estado en lo correcto muchas veces más que las que lo hemos hecho mal”.
Bernard habló en apoyo a Barnhart en aquella ocasión, aunque no quiso confirmar su permanencia en el puesto después del final de la temporada 2011.
Además de remover a Barnhart, Bernard también sustituyó al presidente comercial de IndyCar Terry Angstadt con Mark Koretzky, quien previamente tenía el puesto de director de desarrollo de negocios.
Las remociones de Barnhart y Angstadt rompen la última liga existente entre la presente administración de Bernard y la previa Indy Racing League de Tony George.