Todos los servicios y bienes de consumo emiten gases de efecto invernadero antes, durante y después de su vida útil.
Esto incluye a los automóviles de calle; de hecho, de todas las emisiones que generan en su ciclo de vida, el 64% se origina por su uso, es decir, cuando uno se traslada de un punto a otro*.
Para disminuir la huella de carbono proveniente del periodo de vida de los productos, hay acciones sencillas que todos podemos realizar desde ya con nuestro automóvil y que, de paso, ayudarán a extender el ciclo de vida de tu coche:
- Mantenimiento de las llantas: Revisa que la presión de las llantas esté al nivel de lo requerido; pues tenerlas más bajas o elevadas implica que gasten más combustible debido al aumento de fricción.
- Mantenimiento de tu auto: Realiza con frecuencia una revisión detallada de los sistemas de combustión y filtros de tu vehículo, además de llevarlo a verificar cada que se necesite. Para tener un funcionamiento óptimo de cualquier vehículo, se recomienda aplicar un aceite para motor, lo cual le dotará de más resistencia a la oxidación, extenderá el periodo de cambio y mantendrá las partes internas limpias.
- Comparte el viaje: Una forma de reducir la huella de carbono como sociedad es aprovechar los viajes con otras personas. Por ejemplo, si vas hacia tu trabajo y en la ruta, puedes ver a otro u otros compañeros que se dirijan hacia el mismo punto, pueden ocupar el mismo vehículo; de esta manera, todos evitan usar la combustión de otro automóvil.
Por otro lado, si eres de los que ya emigró a un modelo eléctrico, es importante saber que se mueven a través del consumo de una batería mientras el motor trabaja.
Dicho esto, las necesidades de los componentes de un motor eléctrico no requieren cambios de aceite regulares, ya que utilizan transmisiones diferentes; sin embargo, existen fluidos que necesitas tomar en consideración para mantenerlo en buen estado:
1. Líquidos de transmisión: Los eléctricos son menos complejos que los coches de gasolina, pero aún tienen algunas partes mecánicas. Para lubricarlas eficientemente, es necesario utilizar fluidos totalmente aislantes con propiedades térmicas adecuadas para motores eléctricos.
Por ejemplo, los fluidos Quartz EV se diseñaron para satisfacer las necesidades específicas de los vehículos eléctricos. Los fluidos de transmisión deben reemplazarse una o dos veces durante su vida útil.
2. Refrigerante del motor: Reducirá el riesgo del sobrecalentamiento de la batería y del inversor. Idealmente, el primer reemplazo del refrigerante debe realizarse después de que el auto haya recorrido aproximadamente 49,000 millas.
3. Líquido de frenos: Aunque el freno regenerativo juega un papel importante, el líquido de frenos también es fundamental en los eléctricos. Cuando un vehículo de este tipo tiene suficiente líquido de frenos, las pastillas y los frenos de disco funcionan correctamente y garantizan la seguridad de los pasajeros. Debe reemplazarse cada dos años o cada 24,000 millas.
Estamos en un momento como sociedad en que es crucial incluir en nuestro actuar diario hábitos que reduzcan la huella ambiental. Siempre se puede empezar con pequeños pasos, como los que te compartimos con anterioridad, además de ayudar al planeta vas a ahorrar dinero en reparaciones o cambios extraordinarios por falta de mantenimiento.
Con datos de la consultora en sustentabilidad Engie Impact.