Aston Martin Valhalla, la novedad entre los deportivos con tecnología F1 (FOTO: Aston Martin)
Aston Martin Valhalla, la novedad entre los deportivos con tecnología F1 (FOTO: Aston Martin)

Siguiendo la tendencia de autos superdeportivos con tecnología de F1, Aston Martin presentó el modelo Valhalla, el primero de la marca con motor central de producción en serie.

En principio se producirán 999 modelos, hechos de fibra de carbono, aplicando el enfoque de fabricación a los autos de F1, lo cual ayuda al gestionar las pruebas anti-choque, pero se perjudica porque nunca se ha realizado una producción de tal grado en las instalaciones actuales.

Pese a ello, se mantiene a la vanguardia en la transición a la electrificación, maximizando la eficiencia de su motor V8 plano biturbo hecho a medida, el más avanzado de su clase; cuando se combina con tres motores eléctricos, crea un sistema híbrido de tracción total de 1012 CV.

En este sentido, los motores eléctricos gemelos en el eje delantero permiten que el Valhalla cuente con tracción en las cuatro ruedas y que los ingenieros tengan control total e independiente del par aplicado en cada una de las ruedas delanteras, una técnica conocida como vectorización de par.

FOTO: Aston Martin

El efecto permite una respuesta de dirección más positiva en las curvas, un agarre más fuerte en las curvas y una tracción mejorada al salir de las curvas, perfeccionando la experiencia de conducción y el rendimiento en todas las fases de la curva.

Además, los motores eléctricos delanteros proporcionan la función de marcha atrás, lo que permite ahorrar peso en la transmisión trasera. Un tercer motor eléctrico está integrado en la transmisión, que proporciona potencia adicional a las ruedas traseras y actúa como arrancador y generador del motor de combustión.

Por otro lado, la estructura del Valhalla es una mezcla de materiales de fibra de carbono, utilizando una tecnología novedosa y patentada por Aston Martin que maximiza la rigidez con un peso mínimo, garantizando el máximo control con precisión milimétrica.

Las secciones superior e inferior de la estructura están moldeadas a través de una combinación de proceso de moldeo por transferencia de resina y tecnología de autoclave derivada de F1.

El resultado es un habitáculo rígido, fuerte y ligero que ofrece atributos estructurales dinámicos y seguridad excepcional, sin comprometer la ergonomía del conductor y del pasajero.

FOTO: Aston Martin

El enfoque aerodinámico del Valhalla es similar al de un auto de F1, utilizando elementos de la forma de la carrocería para generar carga y minimizar la resistencia. Al no tener restricciones de algún reglamento deportivo, utiliza sistemas activos en las partes delantera y trasera, generando más de 600 kg de carga aerodinámica a 240 kph.

Con ello, se adapta la carga aerodinámica delantera y trasera para maximizar el agarre, el balance y la consistencia, o bien, reducir la resistencia según la situación y el modo de conducción que adopte el tripulante.

Al igual que el AMR23, cuenta con alas con múltiples elementos, aunque la delantera está en mayoritariamente oculta a primera vista. Puede permanecer plana, como si fuera un sistema DRS, para reducir la resistencia o inclinarse hacia arriba, con lo que genera carga aerodinámica adelante de las ruedas frontales.

Detrás del divisor delantero, la superficie debajo del piso es cóncava, con lo que se crea un área de baja presión que produce carga, siendo parte del control activo del vehículo.

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Mientras tanto, el alerón trasero se mantiene plano para crear las líneas limpias del deportivo, al tiempo que genera un nivel básico de carga aerodinámica con resistencia mínima.

En el modo track, el ala se eleva hacia el flujo de aire para maximizar su efectividad. Luego, el auto gestiona activamente el ángulo del ala para balancear carga máxima y el poder del DRS, extrayendo rendimiento.

Inspiradas en características aerodinámicas de F1, hay rejillas en el umbral, adelante de la rueda trasera, que actúan como difusores pequeños que extraen flujo de aire hacia afuera y hacia arriba desde debajo del auto, aumentando la carga aerodinámica.

Un snorkel montado en el techo alimenta la entrada del motor y los conductos de refrigeración de los turbo intercoolers, con lo que refresca la configuración turbo Hot-V del motor.

Para su concepción de manejo, la compañía adoptó metodologías probadas en el equipo de F1, con sede en Silverstone – en particular, su brazo de Tecnologías de Rendimiento – e intentará marcar un parteaguas en el desarrollo de modelos futuros, sin perder su esencia de velocidad, confiabilidad y rendimiento.

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De hecho, se utilizó un modelo a escala y un túnel de viento en movimiento como si fuera un monoplaza de la categoría máxima, estudiando procesos como la sensibilidad a la altura de marcha, los efectos de guiñada, balanceo y cabeceo, dirección, etc.

Casi todo el trabajo de los simuladores de la escudería del Gran Circo se aplicó al concepto del Valhalla; la marca afirma que el 90% de las características dinámicas y la configuración se completaron en esa área, habiéndose completado la fase final de desarrollo en carretera y circuito.

Además, los pilotos Fernando Alonso y Lance Stroll aportaron perspectivas sobre su desempeño y calibración para explotar sus capacidades. A esto se suma con una estructura de la cabina, donde la posición de conducción proporciona el control del nivel de un auto de carreras para maximizar el placer de conducir.

Esto ocurre gracias a que los talones del conductor se elevan mediante un piso falso, el cual contiene módulos electrónicos, y el asiento de fibra de carbono reclinable en un ángulo mayor para lograr una posición parecida al auto AMR23 de F1. Esto ayuda a mantener una línea de techo baja y a que el conductor se sienta conectado con la máquina.

FOTO: Aston Martin

El primer prototipo del Valhalla en funcionamiento saldrá a finales de este año, con miras a que la fase de producción arranque en 2024.