McLaren reveló la manera en la que transformó su túnel de viento para dejarlo como nuevo y volver a operarlo en su Centro de Tecnología en Woking.
Desde 2010, la escuadra británica le había rentado las instalaciones a Toyota en Colonia, Alemania, ya que su túnel original dejó de estar en condiciones para su propósito, ante las innovaciones en tecnología y el hecho de que los autos de F1 evolucionaron en dimensiones y capacidades.
Pero como parte del plan de inversión continuo de McLaren Racing en sus instalaciones, que ha incluido mejoras en su taller de máquinas, simulador de próxima generación e instalación de compuestos, la renovación inició en 2019 a recomendación del entonces director Andreas Seidl, justo a tiempo para quedar exentos de la contabilidad bajo el reglamento del līmite presupuestario.
La forma del túnel viento nuevo de McLaren permitirá simular de forma más precisa las curvas, al disminuir el impacto que tienen las paredes del túnel en el flujo de aire aerodinámico fuera de la carrocería, replicando lo que siente el auto cuando está en la pista.
«Una vez aprobado el proyecto, llevamos a cabo nuestro proceso de diseño simultáneamente con la demolición del túnel de viento existente», explicó Hannah Allan, directora de proyectos de ingeniería, en la publicación del sitio oficial de McLaren.
“La demolición implicó romper la vieja estructura de acero en pedazos mucho más pequeños para que pasaran por las puertas y salieran del edificio. Al mirar el espacio vacío donde alguna vez estuvo la antigua sección de pruebas, pensamos: “¡Ya no hay vuelta atrás!”.
“Hemos recibido apoyo de muchas áreas del negocio a lo largo de este proyecto. Desde I+D, aerodinámica y software hasta adquisiciones, finanzas y el equipo ejecutivo, ha sido un verdadero esfuerzo de toda la empresa implementar este programa”.
El proyecto se aprobó como una mejora del túnel original, en lugar de una instalación completamente nueva, aunque se tuvo que trabajar sobre el espacio preexistente para definir las dimensiones de la tecnología y la entrega de piezas, que se dividieron en pedazos más pequeños para encajar en el edificio.
Si bien el original fue diseñado para funcionar con una maqueta a escala del 50% de sus autos, para mejorar la fiabilidad de los resultados de sus pruebas, se cambió a un modelo a escala del 60%. Cuando está en uso, se expone a un flujo de aire que ayuda a simular las condiciones del coche en pista.
Gran parte de la estructura de acero externa del túnel original se conservó, además del ventilador principal, que genera el flujo de aire como parte de un circuito cerrado, a través de cuatro esquinas: en su recorrido, viaja a través de paletas giratorias y a través del intercambiador de calor, que se utiliza para mantener una temperatura del aire constante.
Es así como el aire pasa a través de una serie de dispositivos de acondicionamiento de flujo para eliminar cualquier turbulencia, antes de acelerar a través de la sección de boquilla a la velocidad requerida de 50 m/s (la máxima permitida por las reglas).
Por supuesto se destacan los beneficios clásicos de tener un centro en casa, como eliminar el tiempo necesario para enviar componentes a Alemania y contar con todo el equipo de soporte, lo cual ayudará a tener un papel importante en la capacidad de desarrollar el auto más rápido en el futuro.
Para la correlación básica del túnel de viento antes del cierre de verano, que fue la etapa final del proceso de cambio, se utilizó un modelo McLaren con especificaciones antiguas. Una vez completado, la compañía notificó a la FIA el cambio de túnel de viento.
Esto se considera como un paso importante en la evolución de McLaren Racing y la aceleración del diseño de nuestro auto de 2024, que confían que sea contrario a lo que resultó durante este año, cuando un pobre desempeño los obligó a adelantar la implementación de su primera serie de mejoras masivas a marzo y abril.