La ausencia de italianos al volante es equivalente a jugar el Mundial de Fútbol sin Brasil. Italia siempre ha jugado un papel integral en este deporte, pero tiene una historia de quedarse corto. Porque, mientras Ferrari ha sido contendiente casi constante a lo largo de las últimas seis décadas, Italia apenas se coloca en la segunda posición detrás de Gran Bretaña en términos del número de pilotos que han participado en grandes premios, y su último campeón mundial fue Alberto Ascari… en 1953.