Red Bull Racing insiste en que la prohibición de los sistemas de suspensión truqueados no cooperó en que quedaran atrás de Ferrari y Mercedes en el Gran Premio de Australia.
Antes de las pruebas de pretemporada, la FIA se fue contra los sistemas de suspensión sofisticados, lo que llevó a Mercedes y Red Bull a eliminar los conceptos que consideraban para 2017.
Pero cuando se le sugirió al jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, que este fallo había resultado particularmente costoso para su escuadra porque tenía un dispositivo más sofisticado, respondió: «No lo creo. Incluso si tuviéramos la capacidad de ejecutarlo, no podríamos incorporarlo al autopor el peso”.
Fue un comienzo decepcionante en un año en el que muchos pensaban que Red Bull sería la amenaza principal para Mercedes.