El consenso general de pilotos y directivos de F1 respecto a la introducción de parrillas invertidas fue de desaprobación.
Después del Gran Premio italiano, que vio la victoria de Pierre Gasly con AlphaTauri y a Lewis Hamilton tratar de remontar desde el final del grupo con Mercedes, el Director Deportivo de la categoría, Ross Brawn, insistió en que los trabajos para implementar el formato mencionado seguían adelante.
Su objetivo es introducir, a partir del año próximo, carreras calificatorias en un número limitado de Grandes Premios, cuyo orden se salida sería con base en el estado del campeonato, de manera inversa. El resultado de las mismas determinaría la parrilla de la competencia estelar.
Sin embargo, muchos de los pilotos y jefes de escuderías desaprobaron la idea, con la mayoría calificándola de «artificial» y «aburrida».
«Aunque empezáramos desde la PP, no me gusta», comentó Romain Grosjean durante el fin de semana en Rusia, en tanto que Max Verstappen fue más enérgico con su argumento.
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“¿Por qué intentarías manipular el espectáculo? Y al final del día, probablemente los autos terminarán en la misma posición de todos modos. Simplemente no es de lo que se trata la Fórmula 1. Debe tratarse de un rendimiento puro», comentó el holandés.
Más significativo es que varios jefes de equipo, quienes en última instancia tienen la facultad de cambiar reglas determinadas, tampoco quieren la aparición de parrillas invertidas en F1.
Además de Toto Wolff (Mercedes) y Otmar Szafnauer (Racing Point), Andreas Seidl (McLaren) y Cyril Abiteboul (Renault) expresaron su oposición, mientras Simon Roberts (Williams) evitó dar una postura.
En cambio, Christian Horner (Red Bull) fue el único en expresar de manera pública estar abierto a la idea, exhortando a la categoría a «intentar cosas nuevas».
«Eso es artificial, pero inevitablemente, cuando tienes el coche más rápido que arranca al frente de la carrera, no tienes que ser un científico espacial para pensar que en muchos casos se mantendrán en el orden de la parrilla», explicó.
Aún con el respaldo de Horner, la negativa de los otros directores de equipo es más que suficiente para que la idea de parrillas invertidas vuelva a desecharse.
Recordar que, dentro de la Comisión de F1, se requiere la acumulación de 28 votos, de 30 posibles, para hacer un cambio de este tipo. Éstos se reparten entre la FIA (diez), la misma F1 (diez) y las escuadras (diez, uno por cada una), así que con tres jefes que se opongan, no se introducirá.
¿Se dejará en paz esta propuesta de manera permanente?
