Guerra gana la ídem en el Mundial de Producción con sabor latino.
México tiene un campeón mundial por primera vez en el rallismo, aunque sea en la clase de producción y no en la estelar WRC. Su nombre es Benito Guerra Latapí y se coronó en una temporada de ocho fechas en la cual cuentan solamente los seis mejores resultados pues no hay equipos oficiales y así se pueden disminuir los costos para los pilotos participantes.
El azteca no participó en la apertura en Montecarlo, ganada por el polaco Michal Kosciuszko, pues seguía consiguiendo dinero para la temporada. Pero luego, sobre un Mitsubishi Evo X preparado por Ralliart Italia, ligó victorias en las rutas de México y Argentina para tomar la punta del campeonato, la cual ya no perdería el resto del año.
La victoria para cerrar la mitad de la campaña, en Grecia, fue para el ucraniano Valery Gorban y Benito fue superado por su compatriota Ricardo Triviño B. –el campeón de rallies de la zona NACAM– quien llegó tercero y le quitó el podio.
La segunda mitad de la temporada arrancó en el Rally Gran Bretaña, sin Benito, el cual fue ganado por el argentino Marcos Ligato y luego en Alemania, Michal obtuvo su segundo triunfo de 2012, pero Benito minimizó el daño al quedar segundo. En Italia llegó la primera victoria del rallista peruano Nicolas Fuchs y Benito sufrió para acabar la contienda apenas en octavo, otra vez atrás de Triviño, aunque éste ya estaba eliminado de la pelea por el título.
La contienda final se desarrolló en España, donde Benito se ha coronado dos veces campeón de rallies. El mexicano primero aguantó en las terracerías lodosas de la jornada inicial y luego apretó en el pavimento el segundo día para ponerse en punta y terminar ganando cuando sólo necesitaba el podio para lograr el título. Así lo hacen los grandes, sin especular.
Con este primer triunfo de un azteca en un campeonato de esta especialidad se abren perspectivas distintas para el deporte motor mexicano en el futuro.