En la columna de pretemporada (FASTmag abril 2012, página 14), nuestro editor en jefe, Carlos Jalife escribió: “Sebastian Vettel va a ser el tricampeón más joven de la historia. No va a ganar tanto como en 2011, pero sí unas 7-8 carreras y suficientes podios para retener la corona”. Veamos qué dice ahora.

Constructores

Con algunos cambios en las reglas respecto a 2011, los autos sufrieron un gran rediseño en la parte posterior al carecer de difusor doble y los equipos encontraron formas ingeniosas de recuperar la carga aerodinámica perdida, además de crear sistemas que aprovechaban el uso del DRS (alerón móvil) para equilibrar el apoyo, los cuales se denominaron Doble DRS pues usaban el flujo de aire para bloquear también el alerón delantero.

Los neumáticos de Pirelli fueron mucho más importantes, ya que tenían un rango operativo más estrecho que hacía que incluso en una misma carrera, el uso óptimo de los mismos cambiara varias veces al nublarse el clima o aparecer el sol. Bueno para la competencia, pero al final del año la elección de compuestos conservadores hizo que la administración de las llantas fuera menos relevante que al inicio.

Red Bull Racing consiguió el tricampeonato de constructores sin tener el dominio de 2011, pero con la regularidad necesaria que hizo que su piloto estelar Sebastian Vettel aportara 61% de los puntos totales (281 de 460) que consiguió el equipo, además de cinco de las siete victorias que obtuvo el mismo (71%), aunque a media temporada el piloto dos, Mark Webber, era quien llevaba la mano con dos triunfos contra uno del tricampeón.

Red Bull Racing no fue tan dominante como en 2011, principalmente por la prohibición del difusor doble, pero aunque empezó la temporada debajo de McLaren, delante de Ferrari, el genio técnico de Adrian Newey supo copiar el efecto Coanda en los escapes -que trata de los flujos de aire y su adherencia a las superficies– que manejaron mejor inicialmente escuadras como Sauber y Williams y modificaron el tren trasero de RB8 además de instalar un doble DRS para volverlo el arma que los llevó al título con una corrida de cuatro triunfos al hilo en septiembre y octubre en Asia.

El tricampeonato sólo había sido logrado antes por Ferrari (1975-1977 y 2000-2004), McLaren (1988-1991) y Williams (1992-1994) y dado que las reglas permanecen estables en 2013, no es improbable que Red Bull ligue el cuarto título con el RB9.


El segundo lugar final terminó siendo para Ferrari, más por la falta de confiabilidad del McLaren de Lewis Hamilton que por mérito propio. Ferrari empezó el año muy abajo, se recompuso, pero nunca alcanzó el nivel de McLaren o Red Bull y solamente el aporte de Alonso (70% de 400 puntos de la Scuderia) los hizo estar en la pelea, aunque al final Massa remontó, sacó un par de podios y dio solidez al argumento usado para renovarle el contrato en 2013, el cual ahora sí debe ser el año final de su carrera en Maranello.

Pero es indudable que la apuesta arriesgada de cambiar todo el auto entre 2011 y 2012 no fue fructífera y necesitan repensar en la reinvención de su departamento técnico para 2013, si no quieren volver a ser llamados “Ferrauber”.

McLaren se cayó al final y sus dos campeones quedaron detrás de Kimi Raikkonen en la clasificación, separados por dos puntos entre ellos (50.3 contra 49.7% de aporte para Lewis y Jenson, respectivamente), pero el auto fue el mejor en el inicio, desperdiciaron muchas oportunidades de sacar puntos y aunque al final volvieron a estar a la par del RB8, el MP4-27 sufrió cambios intermedios que dejaron a Button manejando un auto suelto e inestable media campaña, reminiscente de 1976 cuando un pequeño cambio al inicio del año en el McLaren hizo ver a James Hunt indigno de competir contra Lauda. Definitivamente un año perdido por ellos con todos los errores en fosos y las fallas mecánicas.

Lotus fue cuarto, incluso peleó el segundo escalón gran parte del año hasta que Romain Grosjean fue suspendido por su manejo exuberante y regresó con mucho más cuidado al final de temporada. Kimi Raikkonen aportó 68% de los puntos y el primer triunfo desde 2009 cuando todavía se llamaban Renault F1.

El equipo tardó en irse por la ruta de los escapes Coanda, que en temperatura caliente era el que mejor se ajustaba al rango de trabajo de los neumáticos Pirelli, pero cuando bajaba el mercurio también lo hacía el desempeño de los aurinegros y su E20. Aunque no son el equipo uno de Renault, habría que pensar lo que dijo Kimi en Spa, cuando su ingeniero le pedía más rapidez al final de la carrera y el finlandés le dijo “entonces denme más potencia”, y lo dejó sin respuesta; ojalá la tenga para 2013.

Quinto, el último de los supuestos equipos grandes, fue Mercedes, que logró un triunfo espectacular de manos de Nico Rosberg al inicio, pero el resto del año se fue yendo para abajo sin concretar esa promesa inicial y mandó a Michael Schumacher al retiro definitivo sin triunfos con la firma de las tres estrellas. Pero lo peor fue que cayó a la categoría de equipo intermedio y terminó la campaña presionado por Sauber.


El equipo técnico tiene estrellas en todas las áreas, pero no han logrado unificar el criterio –o el mando– y no existe la cohesión que los lleve al frente.

Por eso Sauber, estuvo cerca de quitarles el quinto sitio, pues presentó un auto simple, con buen uso del efecto Coanda –mismo que copiaron todos en sus escapes, especialmente su proveedor de motores, Ferrari– y muy gentil con las llantas, lo cual pudieron aprovechar sus volantes –Sergio Pérez y Kamui Kobayashi– para conseguir cuatro podios en la temporada. Salieron más eficientes los germanos suizos que los germanos puros, y con un costo muy inferior también.

Force India hizo su remontada tradicional al final del año y de no ser por la penalización a Nico Hulkenberg en Brasil, podría haber tenido un piloto entre los 10 primeros. El equipo inició lento el año, quizás por haber desarrollado tanto el auto 2011, pero con su motor Mercedes, siempre contó con potencia de sobra para sus necesidades. Eso le permitió no ser inquietado por Williams, que fue el otro equipo que más perdió posibilidades de buenos puntos, principalmente por los excesos conductivos de Pastor Maldonado y sus incidentes en pista.

Sin embargo, Williams obtuvo un triunfo (que le dio 33% de sus puntos totales en el año) por primera vez desde que Montoya militaba en sus filas en 2004 y en calificación fue impresionante el ritmo del venezolano, quien eclipsó a su coequipero, aunque éste fue más constante en las carreras.

En noveno quedó la Scuderia Toro Rosso, que no peleó con los demás equipos de media tabla, en parte por la inexperiencia de sus volantes, pero mostró buen progreso en las carreras, con sus pilotos mejorando con el kilometraje.

El décimo sitio se definió muy cerca del final en Brasil cuando Petrov en el Caterham pasó a Pic en el Marussia y le dio el sitio 11 al equipo en la carrera final del año, el mejor lugar alcanzado por uno de los tres equipos nuevos en tres años, aunque siguen sin marcar puntos todavía. Para Marussia fue desastroso perder el décimo lugar, pero en realidad era justo pues sus autos no estuvieron al ritmo de los Caterham hasta el final del año.

Pilotos

El sitio 12, que marcó su desaparición como equipo de F1, fue para el HRT (antes Hispania), que cambió de dueño y sede, pero no tuvo el dinero para enfrentar la máxima categoría y finalmente los capitalistas españoles se cansaron de apoyar a los coleros y aunque se intentó vender no hubo comprador y la FIA no los ha inscrito para 2013. Un fin sin pena ni gloria para ellos y deja otra vez dos huecos vacantes en la F1 con miras al futuro, pero así seguirán mientras no se controlen los costos, e incluso podría haber más bajas en el mediano plazo.

El campeonato fue más reñido de lo que se ve en los puntos, pero también fue menos incierto. Desde el inicio dije que ganaba Vettel y aunque no llegó a siete victorias que apunté, las fallas de alternador y la cautela de fin de año fueron las que lo impidieron, pero el alemán siempre estuvo en control de su destino porque el espectáculo de tener a Alonso al frente durante mucho tiempo, inflado por los medios españoles e italianos, era un espejismo.

El Ferrari no estaba a la altura del asturiano y en cuanto el RB8 quedara bien ajustado, la temporada se iba a definir. Así fue y Vettel ganó todo en septiembre y octubre, cuatro fechas en Singapur, Japón, Corea e India, y acabó la racha con 13 tantos sobre Alonso, quien le sacaba 42 cuando el receso de verano post-Hungría.

El resto fue mantener la ventaja, controlar los daños tras el error que lo mandó a arrancar desde los fosos en Abu Dabi –acabó en el podio– y el choque con Senna en Brasil –terminó séptimo– que mostró otra recuperación brutal de un piloto excepcional.

Vettel es un justo tricampeón y yo no apostaré en su contra en 2013, cuando lleve el RB9 a otro título. Alonso es un gran piloto, corre quizás al 110%, pero eso es porque su Ferrari está al 90% y no le queda otra. Es un gran campeón también, pero la combinación auto-piloto es la que decide, no son sólo manos, o hacer una excepcional vuelta rápida; cuenta ganar carreras y en 2012, nuevamente, Vettel ganó más que nadie.

Pero siempre habrá campeones sin corona, y si en España le quieren dar el título a Fernando, pues ese es su gusto.


Habrá muchos otros que vean al tercero en el campeonato, Kimi Raikkonen, como el verdadero campeón sin corona, pues corrió con Lotus, con mucho menos presupuesto que las otras cuatro escuadras grandes, y sin embargo completó todas las carreras, 19 de 20 en los puntos y le faltó un giro para dar todos los de la temporada, pues en Brasil quedó justo detrás de Button –sólo tras una excursión por la pista antigua con rejas cerradas que le hizo perder mucho tiempo– mostrando manejo soberbio y una actitud dura, inflexible sin aguantar tonterías ni de sus ingenieros. ¿Campeones sin corona? Cada país tiene el suyo, pero la FIA no los avala.

La decepción del año fueron los campeones de McLaren, cuyo año se fue al hoyo por detalles técnicos, casi siempre culpa del equipo, lo cual lleva a pensar si realmente sería buena idea la de contratar a Sam Michael, quien trabaja mucho, pero en Williams era igual.

Fallas en los cambios de llantas –pese a imponer un récord mundial– y en cuestiones mecánicas que les robaron varias victorias –a Lewis, aunque le dieron la de Bélgica a Jenson– y un desastroso cambio de especificaciones en el MP4-27 de Button que dejó un auto inmanejable durante casi media campaña, provocaron que quedaran tras Kimi, pero arriba de Webber, quien tenía el RB8 a su disposición, pero del australiano no se esperaba más y de los campeones de McLaren sí.

Felipe Massa fue séptimo –con una remontada en la segunda mitad de la campaña que mostró qué tan superior es el Ferrari al Lotus– y Romain Grosjean, octavo, pero manejando con mucha cautela tras su suspensión por causar el incidente de Spa. Completaron la decena dos pilotos que no tuvieron puntos en el último cuarto de campaña, Nico Rosberg y Sergio Pérez, aunque el germano ya obtuvo su primer triunfo en F1 y el mexicano dio tres podios a su escuadra, y se ganó el ascenso a McLaren, donde reemplaza al que será el nuevo coequipero de Rosberg, Hamilton.

Hulkenberg y Kobayashi pelearon esa décima plaza a Sergio, pero el primero va a Sauber, el otro parece que a su casa tras dar grandes temporadas. Luego quedó Schumacher, con un desempeño tan discreto como el Mercedes; Paul di Resta, quien fue avasallado por Hulkenberg tras anunciarse que McLaren no lo quería; y Pastor Maldonado, quien ganó una carrera cuando tuvo pista libre al frente, pero siguió con incidentes de todo tipo cuando estaba en el pelotón. Su coequipero Bruno Senna tuvo más puntos que los dos de Toro Rosso juntos, pero no mostró el talento ganador de familia y fue opacado por el venezolano.


Jean Eric Vergné sorprendió al batir a su coequipero más veterano (por 11 carreras), Daniel Ricciardo y se apunta para ir por el asiento de Webber en 2014.

El resto de los pilotos no tuvo puntos, ni sus equipos, pero Heikki Kovalainen parecía ser el más veloz hasta que al final del año se cayó y fue Vitaly Petrov el que rescató el sitio 10 para Caterham, aunque no tiene dinero para 2013. Charles Pic fue un buen novato en Marussia y frecuentemente dejó atrás a su coequipero con muchísima más experiencia, Timo Glock, y en HRT Pedro de la Rosa hizo cera y pabilo de Narain Karthikeyan, pero nadie podía suponer otra cosa pues el indio no es material de F1 aunque se anuncie como el indio más veloz del mundo.

Y en la temporada, gracias a que Grosjean fue suspendido, Jerome DÁmbrosio corrió una fecha en reemplazo del galo con Lotus. Cumplió, pero no hay mucho más que se pueda decir de su desempeño en Italia.