Como si fuera un cuento de hadas, Petter Solberg puso fin a su trayectoria profesional con victoria en el Rally de Gran Bretaña, en la clase WRC 2.
Al volante de su Volkswagen Polo preparado por su equipo propio, el noruego fue protagonista desde el jueves, en el arranque del evento celebrado en Gales, al registrar el tercer mejor tiempo absoluto, adelante de varios protagonistas de la clase estelar del Mundial, contra los que corrió a través de los años.
Eventualmente, se agenció siete de los 20 tramos completados, entre los vehículos R5 elegibles en esta clase, protagonizando una batalla contra Pierre-Louis Loubet, quien lo aventajó por casi 40s para la tarde del viernes, pero un comienzo malo de sábado de parte del francés hizo que la diferencia se evaporara.
Después de intercambiarse el liderato en tres ocasiones, Solberg tuvo un domingo sin errores y dejó su margen de victoria en 18.8s.
«El gozo para mí, Phil (Mills, su copiloto) y todo el equipo fue increíble», comentó. «Teníamos pensamientos diferentes sobre cómo manejaríamos y disfrutarlo – eso fue diferente comparado con los primeros días. Fue un rally fantástico con mucha gente en el camino».
Fue un fin de semana emotivo para Solberg, no solo porque reunió a sus ex jefes David Richards (Subaru) y Malcolm Wilson (Ford), sino que compitió contra su hijo Oliver, quien ganó las dos primeras especiales del domingo, antes de abandonar.
Su triunfo en Gales fue la culminación de una gira de despedida que incluyó la visita al Festival de la Velocidad de Goodwood Festival, en el que finalizó segundo, a lo que le siguió la subida a la montaña más alta de Noruega y el Gymkhana GRiD, con autos de RallyCross, en Polonia. En total, consiguió 13 victorias, 52 podios. 459 tramos ganados y 852 unidades en el WRC, además de los títulos del RallyCross en 2014 y 2015.
«Mi primer rally fue aquí en 2002 y ganar este fin de semana también es un gran final de una historia buena – una que terminó mucho mejor que lo que yo esperaba», dijo. «Ahora puedo hacer lo que yo quiera, puedo jugar, divertirme y hacer cosas diferentes. Tengo algunos sueños».
Su victoria influyó en la lucha por el título de la clase WRC 2. Con su segundo sitio, Loubet se convirtió en líder con 81 puntos, seguido de Benito Guerra, quien con su séptima posición llegó a 75 y tomó el subliderato general.
El mexicano sufrió en su primer acercamiento al Skoda R5 Evo y se vio afectado por una falla en sus luces durante los tramos nocturnos del viernes, pero se mantuvo lejos de los problemas lo más posible.
“Al final no todos los rallies se ganan, pero creo que en éste pudimos estar por lo menos dos lugares arriba si hubiéramos trabajado un poco más en la puesta a punto del auto, nos confiamos de que es una evolución y que todo debería ser mejor, pero no consideramos que fuera tan diferente”, explicó.
Para su fortuna, el polaco Kajetan Kajetanowicz abandonó y Nikolay Gryazin no fue elegible para sumar puntos en WRC 2, por lo que se quedaron con 73. Marco Bulacia llegó cuarto y totalizó 60, en tanto que Fabio Andolfi cosechó 56 con su quinta ubicación en Gales. Todos permanecen en la contienda, en la que solo contarán sus seis mejores resultados de todo el año.
La próxima parada para Guerra y el WRC 2 será en el Rally de España, del 24 al 27 de octubre; también participará en la final de año, en Australia.