BMW presentó este martes, en Frankfurt, el Concept 4, la esencia moderna de un coupé que se considera una interpretación del futuro de la identidad de la Serie 4.
Aunque no se ofrecieron detalles técnicos de interiores o motor, la marca expuso de forma prioritaria sus elementos exteriores, como la parte delantera, que tiene parrillas en forma de riñón, que puede ser orientada vertical u horizontalmente con un corte facetado que crea un contraste con el diseño deportivo.
A detalle se observa la rejilla dentro de los riñones y las entradas de aire, que se compone de una serie de «números 4» unidos. Los elementos de luz LED no tienen cubierta de vidrio; en cambio, se trabajan en el cuerpo como esculturas tridimensionales, aportando modernidad y sofisticación técnica.
También se resalta su tono de pintura exterior Forbidden Red, que acentúa las superficies del vehículo; los que están a la luz pueden proyectar un rojo intenso y brillante, mientras que en la sombra crea un efecto casi negro y un contraste sorprendente.
El cuerpo atlético incorpora un delgado invernadero con una abertura de ventana estrecha, lo que enfatiza el dinamismo del costado. La línea del toldo larga y amplia fluye hacia la tapa del maletero, lo que le da a la parte trasera una estética deportiva y de clase alta.
Por otro lado, los arcos de las ruedas traseras prestan expresión visual a la potencia que acentúan los hombros musculares más arriba, y el área delgada sobre las ruedas delanteras logra un equilibrio ordenado. Juntos, los dos juegos de salpicaderas le dan al BMW Concept 4 una postura potente y segura.
Una línea principal horizontal entre las salpicaderas corre relativamente bajo a lo largo del costado del vehículo, creando un centro de gravedad visual bajo. Más abajo, otra línea se eleva desde la parte trasera de las ruedas delanteras hacia la tapa del maletero.
Los rines de 21 pulgadas de aleación ligera representan una versión «descafeinada» del diseño deportivo de cinco radios, mientras los frentes de los radios intrincados tienen un acabado altamente pulido y las superficies de retroceso están rectificadas para crear un efecto ligeramente más oscuro y darle al diseño de la llanta un contraste sofisticado.
La línea de caracteres pasa a la parte trasera en un amplio barrido horizontal y reduce visualmente la altura del coupé del suelo. Las salidas de aire verticales enmarcan la sección inferior de la parte trasera y enfatizan la posición amplia del vehículo.
Adeás, las luces LED traseras consisten en un único elemento de fibra óptica, que le da al familiar diseño BMW en forma de “L”, un gráfico de “latido” de vanguardia y se prescinde de una cubierta de vidrio.
En sus contornos, sus aletas verticales rompen las superficies limpias de la cola del vehículo para enviar una declaración de pedigrí deportivo, mientras que el acabado de pintura negro de alto brillo con partículas metálicas le otorga un impacto visual adicional.
Muchas de estas características se conservarán en la Serie 4, que se presume que se presentará en tiempo posterior.