Hockenheim parecía la mejor oportunidad para que Nico Hulkenberg subiera a un podio de Fórmula Uno por primera vez en su trayectoria.
Las circunstancias no podían ser mejores, en especial al ser su Gran Premio de casa. El alemán se benefició de los problemas que sus rivales lidiaron ante las condiciones lluviosas, evitando la colocación de neumáticos para piso seco mientras el resto lo hacía y alcanzando la segunda posición de forma provisional.
Pero en la 40° vuelta, después de ser superado por la dupla de Mercedes, Hulkenberg fue uno de los varios participantes en patinar a la parte exterior de la penúltima curva y terminar en la pared, arruinando su competencia.
«Fue amargo, y estoy muy decepcionado por el equipo y por mí», comentó. «Estábamos haciendo un trabajo muy bueno en condiciones difíciles. Dolió, pero tenemos la oportunidad de un regreso inmediato este fin de semana en Hungría. Estoy determinado como nunca por un resultado bueno».
Hulkenberg, quien cursa su novena temporada en el Gran Circo, aún busca su primer podio, ya que en 167 participaciones suma tres cuartos lugares; con Renault se anotó un quinto lugar en 2018, precisamente en Alemania, y actualmente se ubica 14° en el Mundial actual con 17 puntos.
Aunque no se darán circunstancias como las del fin de semana anterior, tanto él como su equipo tienen confianza en que su monoplaza RS19 se adapte rápidamente a las condiciones del circuito de Budapest, en el que se usa una carga aerodinámica mayor al de otros sitios.
«El Hungaroring es un circuito muy técnico y casi sin descanso», describió. «Las curvas vienen una tras otra y todas se combinan de una manera. Un pequeño error en una curva significa que te saldrás en la siguiente y, por lo tanto, es bastante difícil armar una vuelta. Necesitas confianza en el auto».
«También es una carrera física, no solo porque está ocupado al volante, sino también por el calor. La aptitud física es muy importante, pero es un desafío que disfruto».