Todo apunta a que Alemania se quedaría sin Gran Premio de Fórmula Uno por tercera vez en un periodo de seis años, aunque ahora podría ser de forma indefinida.
Si bien la asistencia mejoró de forma significativa en la edición de 2018 (165 mil durante el fin de semana contra los 122 mil de 2016), la situación financiera del Hockenheim continúa siendo la causa por la que sus promotores no pueden llegar a un acuerdo con Liberty Media, por lo que se convierte en candidato para salir del campeonato.
Nürburgring ni siquiera entra en la conversación, al no poder ser tener capacidad económica de organizar un evento de tal magnitud sin apoyo externo, sea del gobierno local o de un patrocinador, como lo hará Mercedes para esta ocasión, y solo esta ocasión, con motivo de su participación 200 en la categoría.
Pero no es el único factor que influye en este contexto. El interés hacia el automovilismo en la región, en comparación con hace 20 años, desde la perspectiva del aficionado y los aspirantes a pilotos ha disminuido de manera dramática.
«Para el futuro, creo que necesitas trazar, un poco, el panorama más grande», opinó Sebastian Vettel durante este jueves. «Creo que, una vez más, los alemanes son bastante sencillos con la forma en que gastan su dinero y, lamentablemente, las carreras junior, desde el kartismo y a través de las series después de eso son, creo, demasiado caras».
«Nico (Hulkenberg) y yo disfrutamos (correr) uno con otro en karts y carreras. Creo que el fondo no es tan diferente. Creo que al darnos una misma oportunidad, nuestra trayectoria se detendría bastante pronto porque simplemente no tendríamos el dinero en el bolsillo para hacerlo».
«Por lo tanto, creo que, en general, para permitir que más niños, niños y niñas, comiencen a competir, el deporte debería ser mucho más barato, ya que actualmente creo que es demasiado costoso e inaccesible para la mayoría».
El otro problema significativo es la ausencia de representantes alemanes en el Gran Circo. A inicios de la década, no solo la presencia de Schumacher hacía diferencia sobre otras sedes, sino que se conjuntaba con la generación que permaneció por varios años en la F1. Seis pilotos acaparaban la parrilla y fabricantes múltiples.
Aunque Mercedes ha dominado el espectro en el último lustro y tanto Vettel como Nico Rosberg han sido referentes, la ausencia de constructores rivales y el que solo haya dos pilotos teutones en el Gran Circo no ayudan a la situación. Mick Schumacher es su único representante en la Fórmula 2 y solo hay tres en la F3.
¿Mick podría ser una especie de solución para revertir este problema a futuro? Vettel lo ve como posibilidad, pero no de manera precipitada, ya que una llegada hipotética a la F1 no garantiza un éxito inmediato.
«Pienso que es crucial que a él se le dé el tiempo que necesita. Creo que es justo juzgarlo y a su carrera como a cada uno de nos otros nos juzgaron, pero no es correcto medir y compararlo mucho con otra gente y con su padre. No creo que sea justo», afirmó.
«Es un tiempo diferente, carreras diferentes, pero por supuesto, Michael fue quien generó una afición enorme cuando nosotros éramos niños y, por ello, el nombre Schumacher es 100 por ciento conocido en Alemania debido a él».
«Obviamente, tener a Mick a las puertas de la F1 y que ojalá un día se una sería enorme, y esperemos que un impulso grande para Alemania. Por encima de ello, a pesar del nombre, él es un gran chico, un niño bueno, así que nuestros dedos están cruzados por él».
Por lo pronto, poco se habla del futuro del Gran Premio alemán, lo que a diferencia del seguimiento que se ha dado a otras sedes que aún no han renovado su continuidad, no son noticias buenas.