En los 20 últimos años se han dado pasos gigantes en seguridad, al punto en el que la FIA contempla “mejoras diminutas”. Por ello, tener un sensor que ayude a tomar decisiones sobre qué hacer con el piloto, sin basarse en una corazonada, es un paso en la dirección correcta en materia.
El impulso de seguridad implacable de la Fórmula Uno ha priorizado la protección de la cabeza en los últimos años, con el halo controvertido acaparando la atención dado su impacto visual. Sin embargo, en las manos de los pilotos se encuentra algo tanto o más importante: los guantes biométricos, obra del subjefe médico de la F1, el Dr. Ian Roberts y el piloto del auto médico, Alan van der Merwe, cofundadores de Signal Biometrics.
Llevan un sensor de 3mm de grueso y 23g que mide los signos vitales y manda la información en un radio mayor a 500 metros. El guante mide el pulso oximetral –oxígeno en la sangre–, que no es un dato determinante pero tiene influencia positiva en el momento de responder a esos accidentes extraordinarios y graves en F1; ya pasaron las pruebas de seguridad de la FIA y el guante se probó exitosamente en el GP de Hungría de 2017.
“En accidentes, 99% de las veces el piloto está en perfectas condiciones, pero menos de una vez por temporada Ian y yo hemos encontrado a alguien que en realidad necesita atención médica, entonces queríamos hacer algo que no sólo funcione el 99% de las veces, sino que ayude en ese caso extraordinario en el que el piloto haya tenido un impacto mayor”, explica Van der Merwe. “Elegimos la mano, porque en caso de un accidente, creemos que este es el mejor lugar para iniciar, porque –por evidencia empírica, pues no registramos estas cosas aún– sabemos que los guantes siempre están donde deberían cuando llegamos al piloto. No podemos decir lo mismo de los sensores en los oídos y en otras partes del cuerpo”.
Van der Merwe cita el choque de Carlos Sainz II en las prácticas del GP ruso en 2015 como caso de estudio principal. Sainz le dio de frente al muro a 153 kph quedando enterrado en una pila de barreras Tecpro. En ese instante no se conocía su estado de salud: “Cuando llegamos tuvimos que tomar una decisión de trabajar muy rápido con un riesgo alto tanto para Carlos como para los comisarios, pues había cientos de kilos de plástico balanceándose en el auto. Ésta es información extra que nos permitirá tomar las decisiones basados en los datos, no en nuestro instinto”.
Los datos en tiempo real de los guantes de Signal Biometrics serán inicialmente exclusivos para la FIA, aunque los equipos podrán descargar la información cuando el piloto regrese al garaje, para evaluaciones basadas en el desempeño. Los guantes bajarán a otras series de la FIA en el futuro pues su desarrollo lo pagan los equipos que quieren reducir su tamaño y peso. “Ya tenemos una versión que estará disponible más adelante y es más pequeña. El peso es algo importante y actualmente el dispositivo pesa 23g, que para un monitor es muy ligero, pero para equipos de F1, si puedes hacer que no pese ¡ese es el objetivo!”, explica Van der Merwe.