Para despeinarse con estilo
Este es el Lamborghini Centenario Roadster, la creación más reciente de la marca de Sant’Agata. Ya habíamos conocido la versión cerrada en el pasado Salón de Ginebra y ahora toca turno a la versión sin techo. Únicamente serán fabricados 20 ejemplares (adicionales a los 20 del coupé) y su precio es de 2 millones de euros (más impuestos), y como era de esperarse, ya están todos vendidos y serán entregados entre otoño de este año y 2017.
Está construido completamente en fibra de carbono (plataforma y carrocería) y es el primer Lamborghini en tener sistema de dirección en las cuatro ruedas. Es un sistema heredado de Porsche y permite incrementar la estabilidad a velocidades elevadas, así como una mayor facilidad en maniobras de estacionamiento, pues es un auto de prácticamente dos metros de ancho, 4.92 de largo y la visibilidad no es de sus atributos mayores, lógicamente.
La marca declara un peso en seco de 1,570 kg, así como una potencia de 770 caballos provenientes de su V12 atmosférico de 6.5 litros, que es capaz de girar hasta las 8,600 rpm; tiene tracción integral y caja de embrague doble y siete velocidades. Con este conjunto motor puede acelerar de 0 a 100 kph en 2.9 segundos, de 0 a 300 en 23.5 y alcanzar una máxima estimada en 360 kph. Las ruedas son de 20 y 21 pulgadas de diámetro para los ejes delantero y trasero, respectivamente, mientras que los frenos –con discos fabricados en material carbonocerámico– pueden detener el auto desde 100 kph a cero en tan sólo 31 m.
Por su parte, la suspensión –hecha con algunos componentes de aluminio y magnesio– está compuesta por amortiguadores magnetorreológicos, por lo que su firmeza puede cambiar en una fracción de segundo con tan sólo pulsar un botón en el tablero. Ofrece a disposición del conductor tres modos de manejo, en los cuales cambia la respuesta del acelerador, la asistencia de la dirección, la citada firmeza de la suspensión, la permisividad en las asistencias electrónicas y la velocidad en la respuesta de la caja de cambios. Los modos son Strada, Sport y Corsa (calle, deportivo y pista).
El trabajo aerodinámico realizado al Centenario con techo de estrellas no es menos espectacular que su figura. Ha sido diseñado para generar fuerza descendente (o downforce) a alta velocidad y para ello se incluye un alerón móvil en la parte posterior que se mueve hasta 15 cm, además de inclinarse 15o cuando el biplaza está en movimiento, aunque Lamborghini no proporciona mayores datos sobre su funcionamiento exacto. También hay un difusor en la parte posterior y unas entradas de aire en el cofre que, de acuerdo a sus creadores, están inspiradas en los deportivos de los 70.
Lleva LEDs en cuartos y faros, y como en todos los toros de 12 cilindros, las puertas se abren hacia arriba; no podía ser de otra manera. Finalmente vale la pena destacar que en esta variante sin techo rígido, el marco del parabrisas tiene una inclinación distinta y la parte posterior de los asientos tienen unas ventilas y canales específicos para direccionar de forma óptima el aire que corre por encima de la cabeza de piloto y copiloto.
Si bien las posibilidades de personalización para el Lamborghini Centenario Roadster son muy amplias vía el programa Ad Personam, el modelo presentado a los medios va pintado en el color exclusivo Argento Centenario, mientras que el interior está recubierto en piel color Bianco Polar.
De cualquier forma, los interiores vienen de serie con alcántara, aluminio y fibra de carbono. Como en el coupé, hay en la consola central una pantalla táctil de 26 cm desde la que se puede controlar el sistema multimedia que ofrece conectividad a Apple CarPlay. Ahí se puede navegar por internet y hacer uso de telemetría para medir diferentes parámetros de manejo en pista. En la cajuela hay espacio suficiente para guardar un par de cascos y se pueden montar opcionalmente un par de cámaras a bordo para grabar los recorridos o hot laps.
VÍCTOR ORTIZ