Se espera que Sebastien Ogier pruebe un Ford Fiesta RS WRC por primera vez a finales de esta semana, mientras reduce su opciones en el mundial de rallies.
Se entiende que la prueba será en Gales o en las propias instalaciones del equipo en el bosque de Greystoke, Cumbria.
El director del equipo de M-Sport, Malcolm Wilson, está decidido a conseguir a Ogier para la próxima temporada, tras fallar en firmarlo en 2011 y menciona lo siguiente para Autosport:
«Estoy dispuesto a ir a lugares en los que no he estado antes para traerlo aquí. Estoy de acuerdo con lo que he dicho antes: esta sigue siendo una de las mejores oportunidades que esta compañía ha tenido y no lo puedo dejar pasar. Sebastien sabe lo que quiere y lo respeto absolutamente”.
El francés se perdió la noche de Gala del WRC en Sydney, volando de regreso a Europa justo unas horas después de que el Rally de Australia terminara, en un esfuerzo por confirmar un acuerdo para la próxima temporada.
Él y sus compañeros de equipo, Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen, quedaron sin auto para 2017 cuando Volkswagen anunció su retiro del WRC a principios de este mes.
Aunque Ogier quiere probar los coches antes de tomar una decisión, sus opciones parecen limitadas.
Según informes, Citroen no está dispuesto a permitir que el piloto pruebe su nuevo C3 antes de firmar un acuerdo, y ese contrato depende mucho de que se obtenga presupuesto adicional y Hyundai también se parece fuera de posibilidades.