El GP de Bélgica no sólo nos permitió presenciar una gran carrera de F1, en él también fuimos testigos de cómo se desarrolló el capítulo más intenso de la pugna por el campeonato 2014 entre los pilotos de las flechas de plata.
Gracias a que Mercedes cuenta con el mejor monoplaza de la parrilla, tanto Nico Rosberg como Lewis Hamilton son los contendientes más serios al título, lo que a lo largo de las 12 fechas transcurridas hasta el momento ha ocasionado que haya ciertos roces entre el alemán y el inglés, situación que llegó a un punto extremo sobre el circuito de Spa-Francorchamps cuando Nico tocó con alerón delantero de su auto, el neumático trasero izquierdo de Lewis ocasionando un neumático reventado y su eventual abandono.
En un principio Hamilton se mostró muy precavido con sus declaraciones, mientras Toto Wolff severamente declaraba que era una situación inaceptable y que no podía – y no pasaría – otra vez. Una vez que Wolff se reunió con los pilotos la bomba explotó, pues según Hamilton el mismo Rosberg había admitido que el choque había sido a propósito y en busca de probar un punto.
La gravedad de las declaraciones hicieron que Wolff inmediatamente saliera a minimizar los daños al comentar que Hamilton había malinterpretó lo dicho por Rosberg, mientras que la página oficial de Mercedes publicaba declaraciones en las que el alemán finiquitaba el asunto diciendo que lo que pasó fue una situación normal de carrera, mientras que Hamilton se lamentaba de este duro golpe a sus aspiraciones al título, al pasar de tener una desventaja de 11 puntos a 28 unidades.
Por el bienestar de la categoría esperamos que la situación se aclare y que el equipo pueda restaurar la concordia interna, para que la lucha sea clara y legal, pues los abucheos que Nico sufrió en el podio, no debe sufrirlos ningún otro piloto, en ninguno de los circuitos en los que 22 profesionales arriesgan mucho sobre los veloces autos.
Foto: Mercedes AMG Petronas F1 Team.