EN SUDAMÉRICA ES MUY FRECUENTE QUE EL AFICIONADO COMÚN TIPO TENGA PREFERENCIA POR EL AUTOMOVILISMO Y EL FUTBOL A LA VEZ. MARCELO ASSAF ANALIZA CÓMO EN BRASIL, EL QUINTO PAÍS MÁS GRANDE DEL MUNDO, MILLONES SE ENTREGARÁN CON PASIÓN DESMEDIDA A LA COPA DEL MUNDO EN ESTOS DÍAS, SIN DEJAR DE LADO LOS GRANDES PREMIOS
Brasil es el único país que ha participado en todos los Mundiales y desde temprano se animó a organizar uno, el de 1950, pero no pudo ganarlo, al caer 2-1 ante su vecino, Uruguay. El episodio quedó en la historia como el “Maracanazo”. Ese mismo año la F1 comenzó a ser oficial. Chico Landi, Gino Bianco (italiano naturalizado), Hernando da Silva Ramos y Fritz D’Orey fueron los primeros brasileños (de un total de 30 al día de hoy) en competir, aunque sin trascender a nivel internacional.
En 1958 los juveniles Pelé y Garrincha junto a experimentados como Didí y Vavá le dieron a Brasil su primer título mundial de futbol. Y fue en Suecia, es decir, la primera y única vez hasta el momento, en que un país no perteneciente a Europa triunfó en ese continente. El éxito se repitió en Chile 1962 y más tarde en México 1970. Brasil estaba en la cima del planeta a nivel deportivo.
Justo en ese último año del tricampeonato mundial, la F1 tuvo por fin a un volante brasileño de altísimo nivel: Emerson Fittipaldi. La escudería Lotus lo hizo debutar, ganó su cuarto GP y fue en 1972 que obtuvo el título en la máxima categoría, dentro de una espectacular lucha de alternancia por la corona con el escocés Jackie Stewart, quien ganaría en 1971 y 1973, mientras Emerson lo hacía en 1972 y 1974. Lo de Fittipaldi resultó inmenso en varios sentidos porque el automovilismo cobró un auge inusitado en Sudamérica (en coincidencia con el protagonismo del argentino Carlos Reutemann) y así los brasileños sintieron que tenían a un héroe nacional, que además era carismático e imponía moda. ¿Cuántas veces al frente del volante, en las calles y caminos, o en aquellos primeros videojuegos alguien dijo, “Me siento Fittipaldi”? Muchas. De todos modos el futbol tenía tres conquistas por dos de la F1.
Pero el seleccionado brasileño iniciaría un camino inversamente proporcional, al no ganar el Mundial en 24 años. Sí se impondría en la Copa Independencia y en la Copa América, incluso fue cuarto en 1974 y tercero en 1978, pero para su fanaticada era poco. La F1 les fue ganando el corazón, porque atrás de Emerson llegó Nelson Piquet con su tricampeonato de los 80 (1981, 1983 y 1987) con Brabham, los dos primeros, y Williams. Luego irrumpió un talento único que marcaría toda una era. Ayrton Senna, quien con McLaren escribió páginas inolvidables en la máxima categoría, ganándose el apodo de “Mágico”, por sus proezas. Él dio otro tricampeonato (1988, 1989 y 1991) al país más grande de Sudamérica y la supremacía en esta batalla con el futbol por 8-3.
Pelé ya no jugaba y hasta comenzó a discutirse su apodo de “O Rei”. Fueron años largos años en que el deporte motor acaparó el protagonismo, desplazando a las demás actividades, e iniciando controversias acerca de quien fue más grande, si Pelé o Senna. Era tanto el liderazgo de los pilotos que provocaban divisiones entre los aficionados, con luchas mediáticas que despertaban risas. Por ejemplo, Piquet, nacido en Río de Janeiro, se distanciaba de Senna, oriundo de Sao Paulo, al criticarlo de aburrido, potenciando de manera implícita la identificación futbolera de ambas partes, porque Nelson siempre fue del Vasco da Gama, y Ayrton simpatizaba con Corinthians, el mismo club de su amigo Rubens Barrichello y de Emerson Fittipaldi, pero no de Christian Fittipaldi, quien le va al Palmeiras. Senna también se entregó al Belenenses de Portugal, debido a que pasaba mucho tiempo en ese país, lo mismo que su compatriota Mauricio Gugelmin.
Sin embargo el péndulo regresó en 1994 con una desgracia de por medio. Ese año murió Ayrton Senna en Imola y 76 días más tarde Brasil obtuvo su cuarto Mundial, en Estados Unidos. Sus jugadores, apoyados por Alex Dias Ribeiro –piloto que no alcanzó a puntuar en F1, y que acompañó al equipo como Atleta de Cristo en el torneo– adoptaron la tragedia para motorizar sus posibilidades en el torneo. Fue entonces que al ganar la final ante Italia lucieron una bandera que decía: “Senna…Aceleramos juntos, el tetra es nuestro!”, en alusión directa al cuarto campeonato que buscaban el corredor y el once nacional. Cómo no recordarlo si semanas atrás él mismo había dado el puntapié inicial en el amistoso que disputaron el Paris Saint Germain y Brasil en el Parque de los Príncipes galo (0-0).
** MAURICIO GUGELMIN Y AYRTON SENNA TENÍAN CREDENCIAL DEL BELENENSES, EN PORTUGAL
** AYRTON SENNA, RUBENS BARRICHELLO Y EMERSON FITTIPALDI TORCÍAN POR EL CORINTHIANS
** NELSON PIQUET LE VA A VASCO DA GAMA
**PELE Y SENNA TIENEN ALGO EN COMÚN: AMBOS FUERON NOVIOS DE XUXA
Ya no habría campeones brasileños en F1 – Felipe Massa lo fue durante 39 segundos en 2008– aunque sí los hubo en la serie CART con Gil de Ferrán (2000-2001) y Cristiano da Matta (2002), conocido “torcedor” del Atlético Mineiro, y luego en IndyCar con Tony Kanaan (2004). Mientras tanto, la Verdeamarelha obtendría el Mundial Corea-Japón 2002, el mismo año en que Pelé tuvo un despiste, cuando debía bajar la bandera a cuadros en el GP de Brasil, y lo hizo 200 metros después que pasara Michael Schumacher victorioso. Interlagos fue testigo de otro momento en que se juntaron los dos deportes más populares, cuando Nelson Piquet fue homenajeado en noviembre de 2011 y dio una vuelta en el Brabham con el que se había consagrado 30 años atrás, ondeando una bandera del Vasco da Gama, algo que generó abucheos de los presentes, en su mayoría de los ‘sennistas’ del Corinthians.
La cuestión es que los brasileños han sido auténticos ganadores y siempre tienen la ambición de reeditar sus logros. El Mundial de este año será una dura prueba donde irán por la sexta corona, mientras tanto la F-1, sigue extrañando a aquellos héroes que llegaron a ser las personalidades más famosas del país y el marcador está 8-5 a favor de la F1.
EL FUTBOL ES MAYOR QUE TODOS LOS DEMÁS DEPORTES, PERO NO TIENE – Y DIFICILMENTE TENDRÁ- UN SENNA