Ricardo consiguió en 2013 su tercer título consecutivo de la Supercopa Telcel-SEAT, demostrando que es uno de los mejores pilotos mexicanos del momento y también enseñando que la serie ya le quedaba chica y no ofrecía retos para el, a excepción del rezagado ocasional que se cruzaba en su camino y lo eliminaba con algún cerrón de emisión o, a veces, de comisión.

Con su título 2013 bajo el brazo, conseguido con 6 triunfos y seis podios más en 16 carreras. Ricardo miró hacia el norte y encontró una serie tentadora y retadora para su habilidad en el Ferrari Challenge, versión Norteamérica- hay otras dos series que se corren en Europa y en la región Asia Pacífico- que utiliza autos Ferrari 458 Italia para su competencia monomarca.

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Entonces, 2014 representa un cambio brutal en cuanto a desempeño, pues pasa de correr en un auto de 250 caballos a uno de 500, yendo de pistas que domina de memoria a otras que no conoce todavía. Pero Ricardo ha sido campeón de karts, de monoplazas (F2Mx), y turismos (Clío) e incluso ganó en la NASCAR México con anterioridad, así que tiene una preparación para cualquier tipo de pista, desarrollada a través de los años, misma que lo ha dotado de ese manejo fino que lo caracteriza.

Para muestra queda su debut en el Reto Ferrari en Daytona en enero pasado, donde obtuvo la Posición de Privilegio para la segunda carrera de la fecha doble. En la primera carrera acabó en segundo sitio al quedar atrapado detrás del líder cuando salió la amarilla en que terminó la competencia, pero Ricardo dio aviso que va por el título y sería sorpresivo que no lo consiguiera, pues su calidad como piloto resiste el comparativo fuera de nuestras fronteras. Y de ahí, Pérez de Lara irá a buscar el título mundial cuando las tres series de Ferrari se enfrenten al final del año. Manos sobran…