Estrategia inspirada lleva a Will Power de noveno en la parrilla a tomar la punta, pero para ganar tuvo que batir a Scott Dixon en las vueltas finales.
La primera carrera de pista del 2012 en IndyCar inició con Helio Castroneves, ganador de la apertura en St.Pete, en la PP, pero ni el subcampeón Will Power (9) en su Dallara-Chevy ni el campeón Dario Franchitti (18) en su Dallara-Honda calificaron bien.
Helio mantuvo la punta al principio, mientras Dixon tomaba el segundo y presionaba al brasileño. Cuando llegó la primera parada, el neozelandés aguantó un giro más y salió adelante para tomar la punta. Atrás de ellos Power avanzaba en la pista –notoriamente difícil para rebasar– gracias a su paradas oportunas que lo dejaron salir sin tránsito a sus vueltas posteriores, además de iniciar con llantas duras cuando los otros lo hicieron con las rojas, más suaves y rápidas, lo cual le permitió tener rojas al final, cuando los demás calzaban duras.
Los compuestos de Firestone tenían un diferencial de 2 a 3 segundos entre las nuevas y las usadas, por lo cual los cambios de posición abundaron. La última parada se dio bajo amarilla tras un trompo de Katherine Legge y Dixon perdió tiempo al caérsele la tuerca a su cambiador de la llanta trasera derecha, lo que hizo que lo retuvieran al salir pues EJ Viso entraba a la zona contigua y esos segundos permitieron que Power lo pasara.
Cuando recibieron la verde de nuevo, Dixon atacó duro por la punta hasta que sus llantas se degradaron en las 10 vueltas finales y Will pudo alejarse para terminar con tres segundos de ventaja, ambos muy adelante de Castroneves, quien con el podio retiene la punta del campeonato tras dos fechas disputadas.
La nueva era de IndyCar tiene cosas por corregir aún, pero si el paquete técnico ha producido una carrera verdadera en apenas su segunda arrancada, el futuro parece promisorio.