Entre 1950 y 1954 se corrieron las primeras cinco ediciones de La Carrera Panamericana en las carreteras de México, aunque luego el clima (político) cambió y se suspendió en 1955 tomando como pretexto el accidente de Le Mans que causó más de 100 muertes. Pasaron tres décadas antes que en 1988 un entusiasta, Eduardo León Camargo mejor conocido como ‘Lalo’, reviviera la Panamericana en versión vintage como rally de regularidad y velocidad, aún contra las objeciones del hombre que la había promovido en su primera etapa, el cual falleció días antes de que un juez diera la decisión sobre quién era el verdadero dueño del nombre, lo cual dejó a León sin rival y sin litigio.
De la inspiración de Lalo –que fue tachada en su momento de locura irrealizable– tenemos ahora la última gran carrera de ruta del mundo, con velocidades reales, accidentes reales si los pilotos se descuidan, y la única en la que el sentido de aventura no ha sido sustituido por un paseo domesticado con visitas a castillos y cenas de frac acompañados de las parejas. Lleva ya 25 ediciones, cinco veces más que la original, pero el recorrido varía para mantenerlo atractivo e impredecible, siendo los cambios a veces dictados por el clima–tanto el natural como el político– que afecta a la República Mexicana.
Para 2013 hay, otra vez, más de una centena de tripulaciones de países como EUA, Canadá, Suecia, Finlandia, GB, Alemania, Italia, Bélgica y Francia, además de los mexicanos que son cerca de la mitad del total, listas para dejar todo a fin de vivir una semana en los caminos de México. Pero la sorpresa es que se ha pactado el regreso a la capital mexicana, terminando la segunda etapa en el Zócalo capitalino –o en el Monumento a la Revolución como alternativa si la plaza mayor sigue tomada por los revoltosos que la usan de campamento sin entender que nos pertenece a todos los mexicanos no a unos cuantos– el sábado 26 de octubre.
Sin embargo, la construcción del segundo piso del Anillo Periférico impide que se corra nuevamente la etapa del Periférico por las Torres de Satélite, pero ésta probablemente se reemplace con otra por la zona de la fábrica de Ford en Cuautitlán, sobre el mismo Periférico ya convertido en carretera a Querétaro.
Hay críticos que insisten que en el siglo XXI las carreteras no se pueden cerrar todo un día para permitir el paso de los competidores, por lo que las inscripciones están limitadas a los autos que caben saliendo cada medio minuto, con sus respectivos coches barredora, insignia y de apoyo en cada decena de competidores, pues el cierre de tránsito reservado nunca pasa de una hora en situaciones normales.
En 2014 la arrancada vuelve a ser en el WTC del puerto de Veracruz, donde se habilita una exhibición de autos de buena factura y los visitantes pueden ver a los competidores antes del arranque trabajando sobre sus máquinas. Pero es más divertido todavía verlos en las carreteras mexicanas que representan un gran reto con tramos verdaderamente desafiantes y peligrosos, como el de Mil Cumbres cerca de Morelia, o la Bufa en las afueras de Zacatecas. Esto no sería posible sin el apoyo de las autoridades federales y estatales, empezando por la Policía Federal de Caminos, que cubre el evento cuya ruta varía todos los años por lo que es imposible aprendérsela y siempre representa un reto novedoso de más de 3,000 kilómetros de longitud.
La tendencia en años recientes ha sido que los pilotos rallistas vengan a competir por el triunfo y tenemos victorias del ex campeón mundial de rallies, el sueco Stig Blomqvist, así como de Harri Rovanpera, ganador del Rally México 2002 preWRC y gran especialista en pavimento; por los locales destaca la victoria de Ricardo Triviño, quien fue el primer mexicano en correr rallies internacionalmente de tiempo completo y sigue peleando en el Mundial WRC2 en 2013. Sin embargo, el vencedor en 2012 fue el ahora bicampeón Gabriel Pérez, quien defenderá su título. Uno que no regresa, aquejado por algunos males es la leyenda mexicana de Fórmula Uno, Jo Ramírez, ex coordinador de McLaren, pero su tradicional Volvo P1600 patrocinado por la Escudería Telmex y navegado por Alberto Cruz, estará presente en la clase Histórica A+, aunque su piloto será una sorpresa.
Se puede decir que la versión moderna de la clásica de ruta dura incluso más días que la original, por lo cual el disfrute es aún mayor para espectadores y participantes. Es un evento que no debes perderte si en realidad te atraen las carreras de ruta. Es la única, la mejor y la última en un mundo que ha ido acotando todas las oportunidades de diversión veloz en las carreteras.
Entre los participantes de la música destacan Mark Knopfler, excelso guitarrista de Dire Straits, y Nick Mason y David Gilmour, baterista y guitarrista respectivamente, de Pink Floyd.
De la F1 han corrido pilotos como el suizo Regazzoni -en silla de ruedas y usando controles manuales para su auto- el teutón Jochen Mass y el italiano Arturo Merzario
El organizador, Lalo León, ha sido piloto -incluso profesional- desde hace casi 50 años y organizador otros tantos. Lalo ostenta el récord mundial de distancia en 24 horas en moto, impuesto en 1992 en el Autódromo Hermanos Rodriguez.
Para dudas: www.lacarrerapanamericana.com.mx