El camino de los monoplazas no es el único que transitan nuestros pilotos como recuenta Carlos A. Jalife, quien los sigue en sus andanzas en los stock cars
En 2013 hay cuatro pilotos mexicanos que se abren camino en las series de NASCAR en Estados Unidos, aunque hay otros que podrían competir esporádicamente si sus esfuerzos por conseguir patrocinios fructifican y algunos están viendo el programa de diversidad de NASCAR como un impulso adicional para sus carreras.
Probablemente el más conocido sea Germán Quiroga, el tricampeón de la NASCAR mexicana, quien desde fines de 2011 ha estado probando el agua con la serie de trocas (NASCAR Camping World Truck Series o NCWTS es el nombre formal) y su mejor resultado fue cuando quedó octavo en Talladega en octubre pasado, abriendo los ojos de muchos estadounidenses pues era una carrera parte de su minitemporada de 4 fechas ese año.
Para 2013 ya con el equipo Red Horse Racing y la camioneta Toyota #77, Germán ha corrido las cinco fechas de la campaña regular y ha ido mejorando progresivamente, con participaciones en superóvalos (Daytona), óvalos cortos (Martinsville), y óvalos medios (Rockingham, Charlotte, Kansas) siendo el undécimo sitio en Kansas su mejor tarea hasta el momento. Pero lo importante es que ha mostrado que puede pelear en la punta con un equipo mediano y aunque se ha visto involucrado en choques, en NASCAR el que no ha chocado es porque no ha corrido. Un poco más de consistencia y solidez deben darle la oportunidad de subir al siguiente peldaño.
Ese escalón es precisamente la Nationwide (NASCAR Nationwide Series o NNS formalmente), digamos la segunda serie en importancia en la escalera. Ahí está corriendo desde finales del año pasado –cuando tuvo tres carreras en Charlotte, Texas y Homestead– el tapatío Juan Carlos Blum, quien antes ya había debutado en la NASCAR nacional a los 15 años de edad. Actualmente tiene 19 y está enrolado con el equipo Rick Ware Racing, el Mustang #15 que cambió por un Camaro #74 de Mike Harmon Racing en la Richmond 250 a fines de abril. Su mejor resultado fue un 25 en Phoenix, pero ha estado calificando entre los últimos de los 40 aceptados en pista y avanza hasta los sitios 20 altos en carrera, aprendiendo con el kilometraje recorrido.
Juan Carlos dio un paso gigante al ir de las Late Model Series a la NNS pero confía que su juventud le ayudará en la transición. Este año ha corrido seis fechas –se perdió una por un padecimiento estomacal y en Talladega hubo algún problema derivado del cambio de equipo– pero bajo la guía de Armando Fitz, aquel del Fitz-Contreras Racing, está inscrito para correr en Charlotte a fines de mayo.
En lo que sería como la División IV hay otros dos pilotos de tiempo completo, el regiomontano Daniel Suárez, reciente ganador de la NASCAR azteca en Chihuahua, y Enrique Contreras III, de prosapia automovilística muy añeja. Daniel corre el Toyota #6 para Rev (olution) Racing y ya tiene un séptimo sitio en Greenville en abril, como mejor desempeño, pero ha estado peleando entre los punteros en la NASCAR East desde 2011 cuando tenía apenas 19 años de edad. Es parte del programa de diversidad de NASCAR y por su edad y empuje al volante –es un hecho poco conocido que solía ser el principal rival de Esteban Gutiérrez en el kartismo en Monterrey– se le considera que podría ser el primer estrella hispano en el futuro cercano.
Enrique –también conocido como el ‘Chino’– corre el Toyota marcado con el #0 en el equipo Viva la Raza, con el cual ha corrido tres de las cuatro fechas del campeonato 2013 de la NASCAR East quedando en los sitios 20s bajos, rodando y adquiriendo experiencia con el primer equipo mexicano en NASCAR USA.
Hay otros nombres, Jorge Arteaga, Javier Campos, Toño Pérez, Rubén Rovelo, Jorge Goeters –este corrió en la All Star de campeones 2013 en Daytona en febrero y quedó en el sitio 13– que están al pendiente de una oportunidad, y si los cuatro que están de tiempo completo tienen éxito, no duden que pronto haya más pilotos mexicanos en los óvalos estadounidenses.
