El primer triunfo 2012 del campeón en terracería significa que está invicto ahí desde 2005.
La historia reflejará otra victoria en el Rally México para Sebastian Loeb, enormemente competente y aparentemente sin drama, pero veámosla más de cerca.
Sí, Loeb tuvo la respuesta el sábado, temprano en la mañana con una corrida brillante en la etapa de Otates, pero Ford dio una asombrosa demostración en a las alturas con un ritmo brutal del Fiesta RS WRC. Y el propio coequipero de Loeb, Mikko Hirvonen, mostró grandes cosas en su primera vez en la tierra con el DS3 WRC.
El tiempo dirá si fue una muestra más del gran control del octocampeón mundial o el inicio de un reto nuevo, y posiblemente más significativo, al ‘Castillo Loeb’.
Día 1
Petter Solberg lideró al inicio tras ganar la calificación y la etapa inicial en las calles de Guanajuato, pese a estar aquejado por una gripa, pero ninguna de las dos cosas duró mucho. En la primera etapa lo retrasó una pinchadura y Hirvonen tomó el mando, pero el Ford de Jari Matti Latvala lo pasó en las montañas, donde hace un año habían perdido un minuto frente a los Citroën y la gente de Ford sonreía por primera vez desde que Markko Martin ganó este rally hace ocho años. Pero el finlandés se encontró una roca en la etapa de Ortega y el punta regresó a Hirvonen, aunque Loeb lo batió en todas las etapas restantes y acabó el día con más de 11 segundos de ventaja. Latvala ganó las etapas en el absoluto y se recuperó al cuarto sitio delante de Solberg.
Día 2
Hirvonen inició la jornada rescatando 2.5 segundos, pero en Otates, que es una etapa nueva con porciones de las etapas antiguas de Duarte y Alfaro –donde Loeb había dominado– el campeón reinó de nuevo. Le metió un segundo por milla en las primeras 10 y luego costeó hasta el final para acabar con 9.5 segundos más de ventaja. Hirvonen confesaría: “Estaba aventando el auto, demasiado agresivo, derrapando en las curvas y tratando de manejarlo como un Fiesta, cuando limpié el manejo y me empecé a relajar, a meter el auto más derecho, entonces mis tiempos mejoraron de nuevo”, y cambió el enfoque a cómo mantener a Latvala a raya, concediendo el triunfo a Loeb tácitamente.
Latvala estaba ya a menos de un minuto del segundo, pero en la etapa 15 rompió un rin y tuvo que manejar 25 km así, por lo que Solberg tomó su lugar tras haber sufrido con los frenos en las etapas largas. Pero otro pinchazo del noruego en la siguiente etapa puso delante de nuevo a Latvala y Petter diría: “Soy el campeón de las pinchaduras, llevo cuatro ya”. De todos modos acabó el día en cuarto, mientras Loeb sacaba cómodos 36.2” a Hirvonen y casi dos minutos a Latvala.
Día 3
El día lo ocupó la etapa 22, la más larga del WRC con 54 km, aunque Nasser Al-Attiyah lo puso en perspectiva: “La etapa más larga que he completado fue en el Rally Dakar, más de 800 km. Creo que está no será problema”.
Los punteros se mantuvieron en el mismo ritmo, excepto Latvala, quien atacó y a los dos tercios ya llevaba ganados 18.3 segundos al líder, Sin embargo, vio el Ford Fiesta de Novikov detenido, se distrajo y se puso de sombrero el propio, aunque rodó hasta quedar parado de nuevo. Cambió una llanta ponchada y siguió hasta el final, pero el delegado técnico FIA examinó su auto y lo retiró por daños en la jaula antivuelco ante las protestas del finlandés.
Solberg se metió al podio y terminó ganando la Etapa de Poder que cerró el rally, para sacar unos puntos adicionales. El mexicano Ricardo Triviño acabó en un meritorio décimo en el Fiesta vacante por el choque de Matthew Wilson hace unas semanas. México no fue un rally de morderse las uñas, pero te da la sensación que las uñas no van a crecer mucho este año…
¡Vientos Benito!
Guerra se lleva el triunfo en casa
Benito Guerra saltó de su Mitsubishi casi antes de que se parara en el último control. Con su bandera mexicana agitándose tras de él, saltó al techo de su auto y soltó un largo grito de alegría que se ahogó entre el coro de sus compatriotas que lo rodeaban, los cuales se le unieron al cántico.
Así es la exaltación para un piloto mexicano que gana la ronda mexicana del Campeonato Mundial de Rally clase de Producción. Honestamente, el resultado nunca se cuestionó. Guerra lideró casi desde su arrancada y controló el rally perfectamente. Se impuso a un pequeño reto inicial del líder de la serie, Michal Kosciuszko, y después a otro en los frenos de su Lancer de Ralliart Italia.
“Durante las primeras tres etapas del viernes, estábamos perdiendo los frenos”, dijo, “no era tan agradable manejar, pero después cambiamos balatas y discos y todo mejoró de nuevo”. Guerra terminó el día con una ventaja de medio minuto sobre el Mitsubishi de Kosciuszko, pero se adelantaría todavía más cuando el polaco encontró problemas el sábado.
Tratando de ampliar su línea lo más posible al entrar a una horquilla en la etapa inicial del sábado, destrozó el lado izquierdo del Lancer contra un árbol. Cuando dejó el servicio más tarde en el día, escuchó un ruido extraño de la parte baja del coche, lo cual lo forzó a detenerse y apretar los tornillos de la suspensión, lo que le costó 3 minutos y 50 segundos en castigos por haber llegado tarde a la siguiente etapa. Y justo cuando parecía que las cosas no podían ponerse peor, perdió una llanta y se retiró en la etapa 17.
Regresó para el último día de competencia, gracias a las reglas de Rally 2, y consiguió suficientes puntos para lograr un tercer lugar. Delante de él quedó Nicolas Fuchs, quién manejó de manera tan meritoria como el ganador.
El peruano fue el otro único volante –aparte de Guerra– en liderar el evento, siendo más rápido en las calles de Guanajuato. Pero después, batalló con el desgaste de sus llantas DMACK. Habiendo acabado en tercer lugar tres veces aquí, Fuchs se alegró bastante de conseguir el segundo. Pero, obviamente no tanto como el ganador.
“Ganar mi primera ronda de PWRC en casa es simplemente increíble, no puedo describirles la sensación en este momento”, dijo Guerra. “Lideré este rally desde la segunda etapa sin percances, pero el llegar a ver a toda esta gente feliz y apoyándome fue simplemente sorprendente”. Apenas fuera del podio, Gianluca Linari terminó cuarto en su Subaru, mientras Rodrigo Salgado fue quinto en su Lancer, justo delante del de Ramona Karlsson.