Tras ganar el Sprint sabatino en Mugello, sede del MotoGP de Italia, este domingo el bicampeón Pecco Bagnaia ganó el GP italiano para completar su tercera victoria en casa.

La carrera inició con Pecco, en su Ducati color azul por un patrocinio, arrancó del quinto sitio, pero en la primera curva ya era segundo y en el resto de la vuelta apretó al líder Jorge Martín hasta pasarlo y luego le metió un colchón de medio segundo para afrontar la prueba con tranquilidad. La siguiente galería muestra ese inicio de carrera con Pecco en la Ducati #1 pasando en primer lugar al abrir la segunda vuelta de competencia.

A Jorge lo venían presionado Marc Márquez, Pedro Acosta, Fabio di Giannantonio, Maverick Viñales y algunos más por lo que la ventaja del puntero se amplió a más de un segundo, hasta que a media carrera Jorge se pudo despegar de sus cazadores y concentrarse en ir por Pecco, lo cual no era muy fácil. El bicampeón dejaba que se acercara su subcampeón a medio segundo y volvía a apretar para abrir la distancia y así se lo llevó, pero atrás de ellos Enea Bastianini peleaba con Marc Márquez por el tercer sitio y tras dejar atrás al hexacampeón se acercó a Martín y empezó a presionarlo por el segundo sitio.  En la vuelta final un ligero error del español permitió a la “Bestia” acercarse y con una maniobra impresionante en la chicana final se puso a tiro en la horquilla y lo pasó en el cierre rumbo a la meta para quitarle el segundo lugar por 125 milésimas (1/8 de segundo).

Pecco en la Ducati azul (Foto Piergiorgio Facchinetti)

Los resultados fueron:

MotoGP Resultado GP Italia

Tras el cierre vinieron los vítores en la tribuna por el 1-2 de los italianos y el 1-2-3 de sus motos de Borgo Panigale, y en el podio los centauros subieron con sus tricolores como capas amarradas al cuello, y hasta una guitarra eléctrica le dieron a Pecco, como rockstar. La celebración fue épica con marcados tintes rojos, el color normal de las Ducati y también estuvieron ahí nuestros enviados Piergiorgio Facchinetti y Daniele Benedetti para atestiguar la victoria de los locales.