Para conmemorar a su 75˚ aniversario, Porsche presentó el Mission X, un concepto de hiperauto biplaza que representa la cumbre de las prestaciones y del lujo contemporáneo.
Durante la inauguración de la exposición «75 años de autos deportivos Porsche» en el Museo Porsche de Stuttgart-Zuffenhausen de Le Mans, Francia, se revelaron detalles sobre este deportivo, tres cuartos de siglo después de que el 356 ‘Nº 1’ Roadster se convirtiera en el primer auto de la marca en recibir un permiso para circular por las calles.
“El Porsche Mission X es un faro tecnológico para el deportivo del futuro. Recoge el testigo de los deportivos icónicos de décadas pasadas, entre los que destacan el 959, el Carrera GT y el 918 Spyder. El Mission X proporciona un impulso decisivo para el desarrollo evolutivo de futuros conceptos de vehículos”, dijo Oliver Blume, presidente del Consejo Directivo de Porsche AG.
“Atreverse a soñar y autos de ensueño son para nosotros dos caras de la misma moneda: Porsche ha seguido siendo Porsche cambiando constantemente”.
Con dimensiones aproximadas de 4.5 metros de largo y dos de ancho, y distancia entre ejes de 2.73 metros, el Mission X tiene las medidas de sus predecesores, el Carrera GT o el 918 Spyder. Por motivos aerodinámicos, lleva llantas de diferente tamaño, con rines delanteros de 20 pulgadas y traseros de 21 pulgadas.
Los rines del eje posterior están dotados de aeroblades casi transparentes, con forma de turbina, para lograr una mejor refrigeración del sistema de frenos. La carrocería, de altura inferior a 1.20 metros, es de color Rocket Metallic, una pintura especialmente concebida para el prototipo de forma esculpida y líneas musculosas.
Bajo la línea de cintura se encuentran elementos de diseño de tejido de carbono y todos los componentes están barnizados en un acabado satinado y ligeramente coloreados, pero su estructura material sigue siendo reconocible.
Asimismo, una ligera cúpula de cristal con un exoesqueleto de plástico reforzado con fibra de carbono se extiende sobre ambos ocupantes. Las puertas de estilo Le Mans están fijadas a los pilares A y al techo, y se abren hacia adelante y hacia arriba, tal como en el Porsche 917.
La forma vertical de la base de los faros, trazada hacia abajo, se inspira en modelos históricos de competición como el 906 y el 908. Una estructura de soporte de alta tecnología enmarca los módulos de luz LED y presenta los esbeltos elementos expuestos de las luces diurnas y los intermitentes. Al activarse, la luz se abre como un párpado.
La parte posterior del Mission X se caracteriza por una unidad luminosa que parece flotar, donde destacan las letras Porsche transparentes e iluminadas. La luz trasera emerge de una moderna estructura de soporte y se extiende por el ancho del vehículo en cuatro segmentos. Mientras está siendo cargado, la ‘E’ de las letras Porsche parpadea, adoptando un aire enigmático.
Otro detalle especial es el escudo Porsche modernizado, que se encuentra en el cofre, en el volante y, en versión monocromática, en la parte central de los rines: un metal cepillado, una estructura de panal tridimensional, un caballo heráldico renovado y un color dorado más sutil son las diferencias con su antecesor inmediato.
En el interior, los dos asientos tienen colores diferentes. Aparte de los elementos de cuero en color Marrón Andalucía, el asiento del conductor es Gris Kalahari y forma una sola unidad cromática con la consola central y el tablero; el del acompañante también es Marrón Andalucía.
Además de las estructuras de los asientos de plástico reforzado con fibra de carbono y sus cinturones de seguridad de seis puntos integrados en el chasis, otros paralelismos con el automovilismo son el volante abierto en la parte superior, dotado de interruptores y levas de cambio. Hay varias cámaras a bordo y la grabación comienza cuando el conductor pulsa el botón de mando multifunción.
Del lado del acompañante, hay un sistema integrado de fijación en el tablero que permite acoplar un módulo de cronómetro. Para el Mission X, Porsche Design creó uno con un cronómetro de pantalla analógica y digital, los relojes se diseñaron para su uso en pista y en rally y muestran tiempos por vuelta o datos esenciales de la conducción.
La batería está instalada en el centro, detrás de los asientos del vehículo, a fin de centrar las masas y generar excelente agilidad.
Todavía no está en su etapa de producción en masa y no se ofrecieron más datos técnicos puntuales, ni tampoco fechas para su lanzamiento al público, aunque se promete que será el vehículo homologado para carretera más rápido en Nürburgring-Nordschleife, con relación peso/potencia de aproximadamente un caballo por kilogramo.
Intentará alcanzar valores de carga aerodinámica superiores a los del 911 GT3 RS actual, ofreciendo una capacidad de carga mejorada con su sistema de 900 voltios y siendo el doble de rápido en el proceso que el Taycan Turbo S.