Los campeones repiten la YZR-M1, pero tienen un prototipo de tanque ultra elongado hasta el asiento que han probado para ver si ayuda con el balance más cargado hacia la parte traserá que marcan las llantas Michelin que se usarán en 2016. Yamaha tiene al campeón y al subcampeón de 2015, Jorge Lorenzo (99) y Valentino Rossi (#46). El italiano es nonacampeón y, quizás, el mejor de la historia, ciertamente el más ganador en la división máxima con 86 triunfos, 4 de ellos en 2015. Valentino sabe que no sólo tiene que pelear con su coequipero, sino también con Marc Márquez, quien prefiere jugar de segundo con Lorenzo que permitir que Rossi lo bata, por cuestión de afrentas imaginarias que el catalán arrastra desde que el italiano le ganó en Argentina y Holanda el año pasado.
Jorge es un competidor brutal, casi tan bueno como Valentino en constancia, pero mejor a la hora de a calificar y poseedor de las mejores arrancadas en MotoGP. Si está entre los primeras tres filas, difícilmente no estará primero en la curva inicial, pero cede ante el italiano en estrategia cuando no está al frente o cuando llueve.
La YZR-M1 de la escuadra de los tres diapasones de Shizuoka, mostró ser la más veloz y adaptable en 2015, es mucho más dócil, pero requiere de un piso constante a lo largo de toda la curva para mantener su velocidad y ser competitiva, lo cual podría no darse con la Michelin. Sin embargo, en la pretemporada se mostró adaptable a las Michelin nuevas y anduvo al frente y Valentino anunció que seguirá desarrollando el modelo 2015 dejando de lado el 2016.
Yamaha cuenta con un equipo satélite, el francés Tech3, que repite por tercer año a la dupla del británico Bradley Smith (#38) sexto y mejor centauro no oficial en 2015,y al español Pol Espargaró (#44), noveno. El Forward Racing dejó MotoGP para irse como equipo oficial de MV Agusta en SuperBike.