La constancia, y seis triunfos, le dan el título al debutante Marc Márquez

La campaña 2013 prometía una batalla brutal entre Honda y Yamaha, entre los tres españoles (Dani Pedrosa y Marc Márquez de Honda, y Jorge Lorenzo, de Yamaha) y el mítico italiano (Valentino Rossi, también de Yamaha), pero con Dani y Jorge peleando el título, mientras Marc aprendía y Valentino se reposicionaba tras sus dos años perdidos en Ducati.

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No fue así, pues desde la segunda fecha del año Marc mostró que tenía hechuras para más. Valentino se convirtió en el cuarto piloto de hecho, generalmente atrás de los tres españoles desde la calificación, pero las caídas rompehuesos y pierdefechas de Lorenzo y Pedrosa dejaron sólo en la punta a Marc, quien también se cayó, pero no se rompió nada y tampoco perdió una sola carrera.

Tras que Rossi ganó en Assen, Marc conquistó las cuatro siguientes seguidas y luego se dedicó a conservar la ventaja, aunque ganó también en Aragón por si quedaban dudas. Lorenzo quedó con ocho triunfos, pero la ventaja otorgada en ausencia era demasiada. Dani fue tercero, y ahora ve que quizás su tiempo ha pasado y estará condenado a ser un nuevo Biaggi, siempre contendiente, nunca campeón, y pronto ni líder de Honda. Valentino tiene que subir un nivel o enfrentar el retiro, pues aunque llegó a 80 triunfos en la categoría reina, no anduvo cerca de los españoles, en parte por las llantas, pero la edad ya pesa. De Ducati, que quedó detrás de las motos satélite de Honda y Yamaha, poco se puede decir pues a sus satélites les ganó también Aleix Espargaró el mejor de los que tienen motos CRT (Aprilia en su caso), o sea el campeón de la segunda división.

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2013 fue un año inesperado, con la caída de los favoritos y el surgimiento de un talento joven que se impuso en su primera campaña mundialista tras ganar la clase Moto2 en 2012. En la música, un primer disco impactante, suele ser seguido por un segundo decepcionante; en el cine, la segunda parte generalmente no supera a la primera. Pronto veremos qué hace Marc para romper la maldición de la parte dos.

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