El piloto finlandés logró adaptarse mejor al despiadado clima que afectó a la isla de Córcega, escenario que vio regresar a los autos del WRC por primera vez desde el 2008, para tomar la punta al finalizar el segundo día de competencia (sábado 03 de octubre), la cual ya no perdió el domingo (04 de octubre) para ganar por segundo año consecutivo – aunque en  escenarios diferentes – sobre el complicado asfalto francés.

La torrencial lluvia que azotó a la isla mediterránea obligó la cancelación de un tramo el viernes (02 de octubre) y su regreso el sábado, por lo que la justa se vio acortada a tan sólo siete de sus originales nueve largas etapas. El primer líder de la competencia y campeón de la temporada 2015, Sebastien Ogier, se complicó en el cierre del viernes después de una pinchadura, para posteriormente perder toda oportunidad de luchar por la victoria debido a una falla en la transmisión que se le presentó en el tramo de enlace.

Elfyn Evans tomó entonces la punta, la cual conservó hasta el quinto tramo, donde ya no pudo con el ritmo de Latvala y las condiciones mixtas de los imponentes escenarios franceses. Así las cosas, el inglés tuvo que conformarse con el segundo lugar, luego de contener los fuertes embates de Andreas Mikkelsen, quien ocupó el último escalón del podio al terminar tres segundos por detrás del piloto de Ford.

Con las condiciones del terreno ya en óptimas condiciones, Ogier se quedó con los tres puntos del “Power Stage” como premio de consolación en la carrera de casa. Robert Kubica – quien también ya se había quedado sin la posibilidad del triunfo por sendas pinchaduras – se llevó dos puntos, mientras que Latvala obtuvo la última unidad en juego.

La siguiente cita de la serie se llevará a cabo en España, del 22 al 25 de octubre.

Foto: FIA.