Con la llegada de la CX-9, el proceso de renovación de la gama de Mazda está completo, pues ya no tienen ningún modelo veterano. Primero fue la CX-5 en 2012, a la que siguieron escalonadamente Mazda3, 6, 2, MX-5, y más recientemente la CX-3. Sólo quedaba pendiente su camioneta más grande, que se mantiene fiel a ese estilo de diseño que la marca denomina KODO.
Presume unas líneas más sobrias que en cualquier otro modelo de la gama, pero no deja de ser atractiva y claramente diferenciada del resto de sus rivales de segmento. Mantiene sus medidas casi intactas y la posibilidad de sentar a 7 pasajeros en tres filas de asientos.
Lo más llamativo de la nueva CX-9 es su motor, pues deja de lado el V6 de 3.7 litros de origen Ford, para dar paso a un motor turbo de 4 cilindros y 2.5 litros, llamado Skyactiv-G 2.5T, que entrega una potencia de 250 caballos y un torque de 310 libras-pie, lo que anticipa que será una de las camionetas más “vivarachas” de su segmento, aunque quizá también una muy sedienta; habrá que probarla. También se dice que la cabina es un 12% más silenciosa que antes.
Este motor trabaja en conjunto con una transmisión automática de 6 velocidades, que manda la potencia a las 4 ruedas a través de un sistema de tracción integral denominado i-Activ AWD. Con este cambio, Mazda ofrece ahora únicamente vehículos de 4 cilindros sin importar el segmento, al igual que otras marcas como Fiat, Peugeot, y algunas en esa transición como Subaru y Volvo, entre otras.
La nueva Mazda CX-9 ya se encuentra disponible en una sola versión (iGT AWD), que incluye como equipamiento de serie faros LED con alumbrado en curva, climatizador automático de 3 zonas, rines de 20”, sistema de audio Bose con 12 bocinas, entradas aux/USB, navegador y pantalla táctil de 8 pulgadas; vestiduras de piel, llave de presencia, cámara de reversa, head-up display, monitor de punto ciego, sensores de estacionamiento, 6 bolsas de aire, y controles de tracción y estabilidad, entre otros. Su precio es de $639,900 pesos.
-Victor Ortiz (@VicOrtiz78)