Hamilton tuvo fallo de motor durante el Gran Premio de Malasia, problemas de implementación que afectaron su carrera en Bakú, arrancó 10º en China y en último lugar en Rusia, después de fallas en la unidad de potencia durante la calificación.
Esos problemas también significaron que Hamilton tuvo que tomar una penalización en la parrilla en Spa, donde empezó en el 21, mientras que su coequipero y líder del campeonato, Nico Rosberg, no ha tenido dificultades.
Cuando se le dijo a Hamilton que por pura probabilidad le tocaría tener problemas a Rosberg en las tres últimas carreras, Hamilton dijo: «No puedo obsesionarme con eso. Tengo que enfocarme en mí y espero tener el 100% de fiabilidad estas tres carreras – que sería una verdadera bocanada de aire fresco. Si es así, voy a aprovechar esa oportunidad”.
Hamilton consiguió la victoria número 50 de su carrera en F1 el pasado domingo en el Gran Premio de Estados Unidos, para cerrar la brecha con Rosberg a 26 puntos, un margen que significa que Rosberg todavía puede terminar segundo, detrás de Hamilton, en cada carrera y ganar el título.
Incluso la victoria de Hamilton no fue sin problema, el equipo Mercedes tuvo que romper el toque de queda para cambiar su sistema de combustible la noche del viernes, una medida que Toto Wolff describió como «über precavida» después de ver una anomalía en los datos de práctica.
Aunque terminó las 56 vueltas de la carrera, Hamilton dijo que aflojó al final, pues «temía» que se repitiera lo ocurrido en Malasia.