La IndyCar llega con muchos sentimientos encontrados a la antepenúltima cita del campeonato, el cual tiene a Scott Dixon y a Alexander Rossi como protagonistas.
La plática de los últimos seis días no se ha relacionado con la gran lucha que ostentan el neozelandés y el estadounidense, quienes en conjunto han ganado las últimas tres carreras y seis de las 14 fechas disputadas hasta el momento. Tampoco con el hecho de que Josef Newgarden y Will Power continúan como las únicas esperanzas de Team Penske, pese a la irregularidad en sus resultados.
Por desgracia, más en un año en el que la expectativa ha girado en torno a la popularización de la serie y el interés de pilotos como Fernando Alonso en participar de manera más regular, así como la posibilidad de tener a más de un piloto mexicano, el accidente de Robert Wickens en el óvalo de Pocono ha ensombrecido el ambiente en el paddock, puesto en la mesa el tema de la seguridad y el riesgo, innecesario para algunos, que se corre en las pistas de alta velocidad.
Pero como expresó Newgarden, campeón actual, no hay mejor manera de sentirse más cómodo que regresando a los coches.
«Creo que para los pilotos siempre es un buen lugar para ir, especialmente después de un fin de semana difícil», dijo durante la semana, en teleconferencia de prensa.
«De hecho ha sido duro dormir en el último par de noches. Creo que todos probablemente sintieron lo mismo. Obviamente todos estamos pensando y enviando nuestra energía positiva para Wickens. Es difícil no tener eso en mente, pero al mismo tiempo, para los pilotos de carreras, volver a la pista es realmente lo mejor que puedes pedir.
El reporte sobre el estado de salud del canadiense que se emitió la mañana del viernes, pero no presentó muchas novedades: aunque ya se le realizaron cirugías en su brazo derecho y extremidades inferiores, que también sufrieron lesiones, la magnitud de la lesión en médula espinal permanece «indeterminada», lo que genera preocupación sobre si volverá a las pistas y cuánto tiempo le tomará hacerlo.
El canadiense también se sometió a una serie de pruebas de precaución que no encontraron indicativo de más lesiones. Su tratamiento futuro incluirá más cirugía correctiva y rehabilitación, de acuerdo con el cuerpo médico. En la séptima vuelta de la carrera, un contacto con Ryan Hunter-Reay derivó en que el auto de Schmidt Peterson Motorsports despegara y se impactara con la zanja de la curva 2 del trazado, destruyéndolo por completo, a excepción del habitáculo.
A su vez, las imágenes del auto pasando a centímetros de la cabeza de Hunter-Reay se hicieron virales. Por ello, la necesidad de tener una protección en estos coches, así como la Fórmula 1 tiene con el Halo, y un mejor sistema de alambrado en los óvalos, volvió a abordarse entre la opinión pública.
En conversación con diversos medios presentes en St. Louis, Jay Frye, Director Deportivo y de Operaciones, insistió en que la manera en la que operaron el auto y el alambrado al momento del accidente fueron las adecuadas, aunque también declaró que «nunca uno estará satisfecho» con las medidas, mientras continúen generándose lesiones, por más mínimas que sean.
«Este nuevo paquete tiene piezas de impacto lateral que creemos que fueron un elemento importante en la forma en la que el auto se comportó», dijo. «También hubo cinco o seis otras cosas que hemos hecho en el auto en los últimos meses, mejoras en seguridad, y de nuevo, hicieron su trabajo. Esto evoluciona, y nunca estaremos satisfechos, pero estamos animados».
La siguiente prueba del sistema «Aeroscreen», una cápsula que protegerá todo el habitáculo, se haría en septiembre, luego de que todo el verano se hicieran pruebas de impacto de diversos tipos de proyectil. Pese al accidente, IndyCar no apresurará su tiempo de implementación, ya que buscan el mejor funcionamiento posible.
En cuanto al alambrado, ese será un tema a discutir con Tony Cotman (presidente de la representación de FIA en Estados Unidos), al no haber una alternativa concreta que se pueda implementar en el corto plazo.
Por lo pronto, la parrilla de la IndyCar se alista en Gateway, uno de los eventos mejor promocionados del calendario en el que se esperan más de 35 mil aficionados, mismos que participarán en un homenaje para Wickens, quien causó sensación por su manejo en gran parte de la temporada.
ACTUALIZACIÓN: Una hora antes de la carrera de este sábado, Schmidt Peterson Motorsports compartió que Wickens ya puede respirar sin asistencia médica y se puede comunicar con sus familiares. En el accidente, además de las lesiones ortopédicas listadas, sufrió una contusión pulmonar.