La escuadra japonesa tuvo una temporada 2015 medianamente exitosa en su regreso a MotoGP con la moto GSX-RR que debutaron tras probarla durante todo 2014 en manos de Randy de Puniet. Obtuvieron una posición de privilegio en Montmeló, Barcelona, a manos de su piloto estelar, el campeón de la clase Abierta 2014, el español Aleix Espargaró (#41), hermano mayor de Pol (Tech3), quien terminó undécimo en el campeonato, pero nunca tuvo la velocidad tope para pelear, quizás por una preferencia por la confiabilidad, ya que entre él y su coequipero, el también hispano Maverick Viñales (#25) –novato del año en 2015– sólo sufrieron cinco retiros en el año y este último centauro acabó duodécimo.
La versión nueva de la moto de los nipones se vio bien en la pretemporada, usando al máximo las llantas de Michelin, que parecen acomodarse bien en el chasis bastante adaptable y dócil de la Suzuki. Y se supone que para 2016 el motor de la moto nipona tendrá un poco más de potencia pues la confiabilidad ya ha sido alcanzada y pueden permitirse exprimirle unos cuantos caballos más a su máquina.
Ambos centauros tienen contrato hasta finales de año y se sabe que la firma de Hamamatsu –misma zona que Honda– quiere tener a un piloto estrella para el futuro. Como los ocho centauros de los cuatro equipos oficiales grandes están en la misma situación de finalizar sus contratos esta temporada, se prevén cambios interesantes en los asientos para 2017. De hecho, se dice que Suzuki retendrá al mejor colocado de sus dos pilotos actuales al final de la campaña 2016 y dejará en libertad al otro para poder tentar así a algún campeón a unirse a ellos a fin de liderar su ataque futuro en pos del título de MotoGP.