Daniel Suárez busca cerrar con una nota alta su mejor temporada en Copa NASCAR hasta el momento.
Si bien aspiraba a convertirse en finalista por el título, la campaña vio al regiomontano convertirse en el primer mexicano en la historia en la división principal de la serie en obtener una victoria, misma que llegó en el circuito de Sonoma, en junio pasado.
Hoy, Suárez llega a la final de Phoenix con la posibilidad de terminar entre los diez mejores de la tabla general por vez primera; nunca había calificado a los playoffs, por lo que su mejor resultado previo fue el 17º puesto de 2019.
Antes de este cierre de año, el titular de Trackhouse Racing hizo un balance general sobre su desempeño, el cual contrastó mucho con el del año pasado, principalmente por el avance de la agrupación al expandirse a dos autos.
“Creo que la temporada ha sido buena. Es difícil, porque como piloto de carreras, soy muy codicioso”, explicó. “Si no gano el campeonato, no diría que es una temporada perfecta. Dicho esto, siento que fue un gran paso del primer año de Trackhouse al segundo año de Trackhouse”.
”En este momento, siento que estamos trabajando duro para construir nuestra casa, y lo hemos hecho. Siento que el equipo No. 99 aún tiene muchas cosas por demostrar. Y para mí, con la forma en que estamos funcionando, sé que hay potencial para más, y eso es muy emocionante”.
“Estoy muy contento con el lugar donde estoy, estoy muy contento con Trackhouse y el equipo No. 99. Tengo un equipo increíble y vamos a seguir luchando. Desearía estar todavía en los playoffs y pelear por un campeonato, pero simplemente no estaba en las cartas para nosotros”.
“Pero tenemos la velocidad y honestamente todo para darles una pelea a estos muchachos. Continuaremos haciendo eso y cerraremos esta temporada lo más fuerte posible para que podamos comenzar a generar impulso para el próximo año”.
Suárez sigue renovando sus marcas personales en Copa. Este año ya acumuló la mayor cantidad de resultados entre los cinco y diez mejores (seis y trece, respectivamente), junto con vueltas lideradas (280). También logró su mejor resultado en las “500 Millas de Daytona” (18º).
Esto, dentro del segundo año de Trackhouse en la serie y el primero con más de un auto en su plantilla. La agrupación de Justin Marks y Pitbull está en la final por la corona mediante Ross Chastain, quien acaparó la mirada mundial con su rebase improbable en la última vuelta de la cita en Martinsville.
Estas son pruebas de que el proyecto a largo plazo dará muchos más frutos y trascenderá en esta era nueva de NASCAR, lo que a su vez le permitirá al mexicano seguir consolidándose como miembro de la élite del automovilismo estadounidense.
«Hemos progresado mucho», aseguró. «Ser un equipo de segundo año, primero como un equipo de varios autos, ganar carreras y correr tan bien como lo hemos hecho es un logro. También sabemos que tenemos mucho trabajo por hacer. El próximo año queremos ganar aún más carreras y queremos dos autos en la carrera por el campeonato, no estaremos felices hasta que eso suceda».
«Justin Marks está construyendo algo grandioso aquí en Trackhouse y me siento extremadamente afortunado de ser parte de eso. Creo que la historia de Trackhouse solo mejorará cada año».